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Se esfuman los impuestos en subsidios al diésel
En línea con lo que acertadamente ha sostenido El Espectador en su editorial del 5 de julio con relación al absurdo de mantener un subsidio al combustible diésel, sostengo que las procesiones que tuvieron lugar a mediados de mes, dedicadas a la Virgen del Carmen, son la mejor muestra del contaminante desperdicio de los impuestos que todos pagamos para cubrirlo. Esas caravanas de vehículos pesados, que obstruyen la movilidad y haciendo sonar sus cornetas prohibidas, ameritan al menos una reflexión y un llamado a la cordura ciudadana.
Alberto Cardona López
Penosos compatriotas
Con motivo del editorial del 17 de julio, titulado “Nefastos los ‘vivos’ en la final de la Copa América”. ¡Una vergüenza! Y después se quejan por el trato que reciben al ingresar a otro país. Son unos sinvergüenzas irresponsables que se creen con el derecho de no cumplir normas en ninguna parte. Ojalá los metan a la cárcel, les cancelen la visa y les nieguen la entrada a otros países, a ver si aprenden a comportarse. Con esos hechos se pierde el orgullo de ser colombiana.
María Gudiela Isaza Isaza
Precisiones frente a la corrupción
Si bien estoy parcialmente de acuerdo con su editorial del 18 de julio, titulado “Lo que pasó en la UNGRD cada vez luce peor”, salta la sospecha de un tufillo sesgado. Debe resaltarse que fue el mismo gobierno de Petro el que comisionó a Carlos Carrillo para averiguar y destapar cañerías y beneficiarios de un mecanismo de todos los gobiernos anteriores. De estos, si alguna vez se denunció corrupción, no se realizó con la saña que hoy se aplica contra este gobierno. El mecanismo, la fluidez de trámites de aprobación y desembolso, fue aprobado para eso que el editorialista censura, pero del que nunca dijeron mucho, aunque todos los partidos, tradicionales o no, utilizan para aprobar leyes que favorezcan a sus patrocinadores. El ejemplo de López y Sneyder, tradicionales corruptos en Antioquia, La Guajira y los Santanderes, debe castigarse sin el consabido principio de oportunidad. No se debería utilizar la terminología que deja bajo sospecha a funcionarios que, por su labor, participan en reuniones, dejándolos como corruptos sin pruebas que los incriminen.
Joed Díaz
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