¡Es hora de prohibir las terapias de conversión de manera definitiva en Colombia!
Queridos lectores, recientemente, la Cámara de Representantes colombiana tomó una decisión crucial al aprobar el proyecto de ley 272 “inconvertibles”, que busca prohibir las terapias de conversión. Esta es una noticia que todos deberíamos celebrar, ya que representa un paso importante hacia la protección de los derechos y la salud de las personas LGBTQ+ en nuestro país.
Las terapias de conversión pretenden cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, bajo la premisa errónea de que estas son condiciones que necesitan ser “curadas”. Sin embargo, nada podría estar más lejos de la verdad. Estas prácticas no solo son ineficaces, sino que también pueden causar un daño profundo y duradero en quienes las experimentan.
Es hora de que el Senado colombiano continúe con este progreso y apruebe definitivamente la prohibición de las terapias de conversión. Debemos unirnos para enviar un mensaje claro y contundente: en Colombia, no toleramos la discriminación ni el daño a las personas LGBTQ+.
Cada persona debe ser aceptada y respetada tal como es, sin importar su orientación sexual o identidad de género. Es hora de que nos levantemos juntos y digamos no a las terapias de conversión. Insto a cada uno de ustedes a que se sumen a esta causa y hagan escuchar su voz en apoyo a la prohibición definitiva de estas prácticas arcaicas y dañinas.
Juntos, podemos construir un país más inclusivo, justo y amoroso para todos. Hagamos historia y digamos sí a la igualdad y el respeto a la diversidad en Colombia.
Cristian David Valero Calvo, Activista LGBTI
El Congreso como mercado de imagen
Nuestro Congreso, más que un parlamento donde brillen los discursos de antaño, hoy solo sirve para catapultar o vender la imagen de los parlamentarios que la componen y no para persuadir al contradictor a través de las ideas. Hoy para nuestros congresistas es más importante consolidar una imagen indistintamente de los medios o palabras que se utilicen para lograrlo, que soportar de manera sesuda sus planteamientos. Es más importante ganar miles de likes en redes sociales que servir con fundamentos serios y mesurados a la construcción del bienestar social.
Los que se dicen políticos hoy basan sus palabras, discursos, opiniones y actuaciones en torno a lo que convenientemente sea plausible a la luz del filtro de la opinión pública y no del bienestar social. Por ellos, cuanto más pintoresca, circense o llamativa sea la actuación ante los medios de comunicación y las redes sociales, más cámaras y reflectores llegarán a empoderarlos como lideres de opinión.
Efraín Forero Molina, Bogotá
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com
