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Sobre un editorial en torno a la carta contra las hijas de Daniel Quintero
En primer lugar, rechazo todo acto discriminatorio con unas niñas que son inocentes de las palabras y actos de sus padres, que han “dividido” a la sociedad antioqueña y exacerbado la polarización política.
Daniel Quintero se ha dedicado a atacar al sector empresarial de la ciudad con diversos apelativos: desde ladrones hasta asociarlos con la mafia. Igualmente, a socavar la unión sector público-empresa-universidad, que ha sido tan exitosa para el progreso de la ciudad.
En definitiva, y rechazando la carta, Daniel Quintero con sus actos y palabras se ha dedicado a “sembrar vientos y ahora le toca afrontar tempestades”. No es un tema de diferencias políticas.
Juan Guillermo Palacio
Sobre un editorial (II)
Un editorial fundado en los principios analíticos que caracteriza a El Espectador. Sin embargo, desconsuela e indigna el final del mismo al equiparar, sin ecuanimidad, la afrenta discriminatoria recibida por dos niñas con “una” expresión del alcalde en relación con sus adversarios políticos. No se encuentra correlación entre una manifestación ultrajante y una mera apreciación. Lamentable en uno de los pocos medios, si no el único, con espíritu equitativo en el trato noticioso.
César Pinillos Sierra
Sobre un editorial (III)
Rechazo a lo de las niñas de Quintero. En mi poco conocimiento, que he adquirido a lo largo de la vida, estoy atónito al enterarme de esa amenaza hecha a las hijas del alcalde suspendido de Medellín. Rechazo rotundamente tal situación. Supuestamente vivimos en un país democrático, pero, a la vista, hemos vivido peor que en otros países. Nunca olvidaré la muerte del excelentísimo señor Cano. Dios proteja a Colombia.
Carlos Castilla
Sobre un editorial (IV)
Es muy grave lo que ocurrió con las hijas de Quintero, pero alegra como precedente la reacción generalizada de rechazo en contra de la carta discriminatoria y la pronta respuesta que tuvo el Colegio Alemán de Medellín.
Andrea Lagos
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