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En la edición dominical de El Espectador, en ‘el rincón de la academia’, apareció información sobre un libro del escritor alemán Wolfram Eilenberger (1), un recorrido interesante, finamente escrito y producto de una sesuda investigación sobre cuatro grandes pensadores del siglo XX: Walter Benjamín, Ernest Cassirer, Martín Heidegger y Ludwig Wittgenstein. En efecto, “con un espléndido estilo narrativo, Wolfram Eilenberger traza conexiones entre sus vidas y sus revolucionarias teorías, que no solo buscaron responder a preguntas clave de un convulso momento histórico, sino que siguen iluminando los difíciles tiempos de hoy”.
Walter Benjamín, filósofo crítico alemán de origen judío, autor de Sobre el programa de la filosofía futura y otros ensayos, profesor de las universidades de Friburgo y Berlín, ferviente antinazi, que buscó transformar la pregunta original de Kant: “¿Qué es el hombre?” en esta otra: “¿Cómo debo vivir? Pues lo que vale para el arte filosófico de la exposición de una idea, vale igual, piensa Benjamín, para el arte de vivir. El hombre libre, sediento de conocimiento, se entrega con todo su ser a los extremos separados, y no puede considerar que ha logrado su existencia si no ha examinado, o al menos probado, todos los extremos posibles” (Pág. 37).
Ernest Cassirer, prusiano de origen judío, filósofo y escritor, profesor de la universidad de Hamburgo, autor de Filosofía de las formas simbólicas y Antropología filosófica, perseguido por Hitler, defendió la democracia liberal. Difundió y desarrolló su famosa tesis de que el hombre es un animal simbólico que se expresa con lenguaje, mito, religión y ciencia. Rector de la universidad, “pronunció su discurso inaugural el 7 de noviembre de 1929 con el título ‘Formas y transformaciones del concepto filosófico de verdad’” (Pág. 341). Su Antropología filosófica es un tratado ampliamente difundido que explica la inteligencia simbólica abstracta y creadora del ser humano.
Martín Heidegger, valioso filósofo y ensayista alemán, discípulo de Edmund Husserl, impulsó la fenomenología y la filosofía europea, autor de un libro clásico, Ser y tiempo (1927), y de Introducción a la metafísica, profesor y rector de la universidad de Friburgo. Afirmó que el lenguaje no existe más allí donde es hablado: “(…) Heidegger responde entonces: ‘(…) nosotros los humanos somos, en otras palabras, los únicos seres que pueden hacerse la pregunta por el “hay”’ y, por tanto, la pregunta por el sentido del ser. Por eso, solo para nosotros está ‘ahí’ todo lo que hay, y su mero haber es objeto de interrogación. Solo para nosotros ‘hay’ un mundo. Por eso Heidegger no tardó en sustituir el término ‘hombre’ por el concepto de ‘ser ahí’ —daseín—” (Pág. 62).
Ludwig Wittgenstein, brillante filósofo matemático austríaco, lingüista y lógico influenciado por Bertrand Rusell, autor de su famosa obra Tratado Lógico-Filosófico (1923), fue precursor del positivismo lógico. Ya al final de su vida, escribió Investigaciones filosóficas, una obra que buscó revisar sus primeros trabajos. Su planteamiento filosófico fue científico y su moral existencialista.
Cuatro autores excepcionales que alumbraron con sus tesis la década 1919-1929, de la mano de un gran conocedor. Recomiendo con emoción.
- Eilenberger, Wolfram. 2025. Tiempo de magos. La gran década de la filosofía. Debolsillo. 383 páginas.
Gabriel Echeverri González
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