El Debate Feminista los espera en segunda vuelta
El jueves 2 de junio, al otro lado de la dramática primera vuelta que nos espera el domingo, más de 30 organizaciones y plataformas de mujeres y personas LGBTIQ+, nacionales y regionales, y medios de comunicación independientes, hemos convocado a un Debate Feminista con los dos candidatos que continúen en la contienda. Queremos hablar cara a cara con quienes estén más cercanos a llegar a la presidencia, para preguntarles por los temas que nos preocupan a más de 25 millones de personas en Colombia.
Los últimos años han sido duros para el mundo entero, pero los estragos de la pandemia los hemos sufrido especialmente las mujeres, las personas LGBTIQ+, las personas racializadas y las que viven en los territorios y la ruralidad. Hoy la tasa de desempleo en las mujeres es del 19 %, cuatro puntos más que en los hombres, y el 46,7 % de las mujeres del país viven en la pobreza. Las personas LGBTIQ+ también fueron terriblemente afectadas por la pandemia, pues hubo medidas restrictivas que dispararon procesos de vigilancia del género e hicieron más evidente el abandono del Estado. La destrucción sistemática del Acuerdo de Paz, en el gobierno Duque, disparó los asesinatos de líderes y lideresas sociales, y dejó muchos territorios a merced de bandas criminales. El conflicto regresó aunque los bandos son cada vez menos claros, y los cuerpos de las mujeres siguen siendo el campo de batalla. Sabemos que esto puede seguir empeorando, por eso, las mujeres y las personas LGBTIQ+ nos estamos jugando todo en estas presidenciales, y queremos entablar un diálogo con los candidatos para que conozcan nuestras necesidades y prioridades y para que a su vez ellos nos expliquen cómo piensan abordar esta crisis humanitaria.
El próximo presidente de Colombia tiene el reto de implementar el fallo histórico de la Corte Costitucional despenalizando el aborto hasta la semana 24, la sentencia Sergio Urrego que exige enfoque de género en los manuales de convivencia de los colegios, atender la crisis migratoria y la xenofobia con la que se reciben a los y las migrantes venezolanas, la crisis nacional de salud mental, entre otros temas urgentes. Queremos saber cuáles son las posturas de los candidatos en cuanto al medio ambiente, a las juventudes, a la educación y los derechos de las personas LGBTIQ+.
Los movimientos de mujeres y personas LGBTIQ+ son múltiples y diversos, incluyen personas en todas las clases sociales, urbanas y rurales, racializadas, migrantes. Hemos logrado organizarnos y articularnos por décadas, no a pesar de esa diversidad sino gracias a ella, y tenemos un continuo trabajo político porque aún estamos luchando para tener ciudadanías plenas. Quizás históricamente las contiendas electorales nos han subestimado como fuerza democrática, pero los gobiernos pasan, mientras que los movimientos sociales permanecen, y en nuestro caso cada vez somos más y más fuertes. Es decir, que nuestra capacidad para para poner presidente se hace incremental con cada contienda electoral.
Sobre todo, lo que los movimientos sociales que nos hemos organizado después de el Debate Feminista queremos saber, es si el próximo mandatario gobernará para más de la mitad de la población, reconociendo que las ciudadanías somos diversas, y que no nos sirven las políticas que hacen más grandes las brechas de desigualdad. ¡Los esperamos en segunda vuelta!
El jueves 2 de junio, al otro lado de la dramática primera vuelta que nos espera el domingo, más de 30 organizaciones y plataformas de mujeres y personas LGBTIQ+, nacionales y regionales, y medios de comunicación independientes, hemos convocado a un Debate Feminista con los dos candidatos que continúen en la contienda. Queremos hablar cara a cara con quienes estén más cercanos a llegar a la presidencia, para preguntarles por los temas que nos preocupan a más de 25 millones de personas en Colombia.
Los últimos años han sido duros para el mundo entero, pero los estragos de la pandemia los hemos sufrido especialmente las mujeres, las personas LGBTIQ+, las personas racializadas y las que viven en los territorios y la ruralidad. Hoy la tasa de desempleo en las mujeres es del 19 %, cuatro puntos más que en los hombres, y el 46,7 % de las mujeres del país viven en la pobreza. Las personas LGBTIQ+ también fueron terriblemente afectadas por la pandemia, pues hubo medidas restrictivas que dispararon procesos de vigilancia del género e hicieron más evidente el abandono del Estado. La destrucción sistemática del Acuerdo de Paz, en el gobierno Duque, disparó los asesinatos de líderes y lideresas sociales, y dejó muchos territorios a merced de bandas criminales. El conflicto regresó aunque los bandos son cada vez menos claros, y los cuerpos de las mujeres siguen siendo el campo de batalla. Sabemos que esto puede seguir empeorando, por eso, las mujeres y las personas LGBTIQ+ nos estamos jugando todo en estas presidenciales, y queremos entablar un diálogo con los candidatos para que conozcan nuestras necesidades y prioridades y para que a su vez ellos nos expliquen cómo piensan abordar esta crisis humanitaria.
El próximo presidente de Colombia tiene el reto de implementar el fallo histórico de la Corte Costitucional despenalizando el aborto hasta la semana 24, la sentencia Sergio Urrego que exige enfoque de género en los manuales de convivencia de los colegios, atender la crisis migratoria y la xenofobia con la que se reciben a los y las migrantes venezolanas, la crisis nacional de salud mental, entre otros temas urgentes. Queremos saber cuáles son las posturas de los candidatos en cuanto al medio ambiente, a las juventudes, a la educación y los derechos de las personas LGBTIQ+.
Los movimientos de mujeres y personas LGBTIQ+ son múltiples y diversos, incluyen personas en todas las clases sociales, urbanas y rurales, racializadas, migrantes. Hemos logrado organizarnos y articularnos por décadas, no a pesar de esa diversidad sino gracias a ella, y tenemos un continuo trabajo político porque aún estamos luchando para tener ciudadanías plenas. Quizás históricamente las contiendas electorales nos han subestimado como fuerza democrática, pero los gobiernos pasan, mientras que los movimientos sociales permanecen, y en nuestro caso cada vez somos más y más fuertes. Es decir, que nuestra capacidad para para poner presidente se hace incremental con cada contienda electoral.
Sobre todo, lo que los movimientos sociales que nos hemos organizado después de el Debate Feminista queremos saber, es si el próximo mandatario gobernará para más de la mitad de la población, reconociendo que las ciudadanías somos diversas, y que no nos sirven las políticas que hacen más grandes las brechas de desigualdad. ¡Los esperamos en segunda vuelta!