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El Estado colombiano contra Jineth Bedoya

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Catalina Ruiz-Navarro
18 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.

Jineth Bedoya tuvo que esperar 21 años para que su caso tenga un atisbo de justicia al llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El 25 de mayo de 2000, mientras hacía una investigación periodística sobre una red delincuencial en la cárcel La Modelo, fue secuestrada, torturada y abusada sexualmente por un grupo de criminales, entre ellos miembros de la Policía. Bedoya ha sufrido en los últimos 21 años constantes amenazas, inacción de la Fiscalía y todo tipo de revictimizaciones, desde haber tenido que investigar ella misma las agresiones en su contra hasta tener que dar testimonio 12 veces, reviviendo de forma cruel e...

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Julio(87145)19 de marzo de 2021 - 02:39 a. m.
Gobierno vil y miserable. No está a la altura de nada. Basofia.
ENRIQUE(67691)19 de marzo de 2021 - 01:59 a. m.
Qué descarado e ignorante es este amigo de Pastrana,el godo Camilo Gómez.En el pasado fue enemigo de los procesos de paz y ahora enemigo de periodistas mujeres.Que asco de funcionario del estado.
Pablo(88449)18 de marzo de 2021 - 11:28 p. m.
Este es la clase de Estado Colombiano que admite represalias contra las mujeres. Pero se rasgan las vestiduras de forma demagógica cuando los canales "rechimbos" rcn y caracol presentan de forma amarillista algún suceso en contra de una mujer. Y votan caspa y corriente en la conmemoración de la consecución de los derechos de las mujeres el día 8 de marzo.
mauro(39500)18 de marzo de 2021 - 10:48 p. m.
Estoy tratando de encontrar ese artículo, columna, trino o pronunciamiento público de Catalina donde condenó la espantosa violencia sexual de los grupos armados izquierdistas hacia mujeres y niñas, y respaldó a esas víctimas con tanto fervor como ahora con Jineth. Sé que lo ví en alguna parte.
Walter(32014)18 de marzo de 2021 - 10:47 p. m.
Qué horror el Estado colombiano. Lo más grave es que esa manguala criminal que abusó y sigue abusando de Jineth Bedoya, sigue ahí. Policía, ejército, fiscalía, paracos y el extinto y tenebroso DAS, todos a una. Qué felonía y qué cobardía. Pero la historia no precluye.
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