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Feminicidio en el centro comercial

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Catalina Ruiz-Navarro
18 de mayo de 2023 - 02:05 a. m.
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Ella ha ido al menos 40 veces a denunciar a su expareja ante la policía, pero siempre le dicen que no se puede hacer nada. Ha tratado de dejarlo por todos los medios, pero él la sigue persiguiendo. Ahora ha llegado al centro comercial, a su lugar de trabajo, con un arma que usa para matarla.

No me refiero a Erikha Aponte Lugo, asesinada esta semana en el Centro Comercial Unicentro, en Bogotá, por su expareja Christian Camilo Rincón, sino a Claudia Rodríguez, asesinada por Juan Alberto Reyes en el Centro Comercial Santafé, en abril de 2017. La historia es prácticamente igual salvo por pequeñas diferencias, como que Reyes ya había sido condenado antes, en 2006, cuando llegó al centro comercial Bachué II y le disparó a su esposa de ese ese momento, María Margarita Acosta y a sus hermanos Paola y Carlos Eduardo. En esa ocasión su esposa sobrevivió, pero murió su hermana Paola y un amigo de la familia que también estaba acompañándolos, Omar Díaz. Reyes había quedado en libertad por “buena conducta”, y en 2017 repitió su hazaña, esta vez tomando por rehén a Claudia Rodríguez antes de asesinarla.

Ahora TikTok está inundado de videos que nos muestran el punto de vista de personas en el centro comercial que quieren ponerse en el centro de la tragedia. Para todos es algo sorprendente, inusual, una historia por contar. Los medios entienden rápidamente que esto es viral y llegan a cubrir lo que llaman “un crimen pasional”. Es lo mismo que en 2017, las mismas fallas del sistema de justicia, los mismos medios que exprimen el dolor de las mujeres. Los medios también han jugado su parte en este déjà vu lamentable. Se siguen cometiendo los mismos errores en la cobertura: aproximarse a los feminicidios como si fueran notas de entretenimiento y espectáculo, como si las mujeres muertas fueran personajes de ficción o alegorías, anécdotas para clickbait.

El feminicidio de Erikha Aponte nos deja un balance amargo porque parece que en los últimos seis años no hemos avanzado absolutamente nada y seguimos fingiendo sorpresa. Como mínimo esto nos exige un examen de los recursos que hay para las víctimas de violencia machista. Tanto Aponte como Rodríguez tenían “medida de protección”, que les sirvió para absolutamente nada. La Personería de Bogotá informó que durante el 2022 “los Agentes del Ministerio Público ante Comisarías de Familia, intervinieron en (5.408) medidas de protección, en los que se registraron como afectadas a 2.246 mujeres adultas, 2.241 niñas y 632 adolescentes mujeres”. ¿Qué ha pasado con esos 5.119 potenciales víctimas de violencia machista? ¿Cuántas de ellas podrían decir que les sirvió para algo la medida de protección? En parte, si no hemos sido capaces de atender el problema es porque no lo entendemos. ¿Qué habrían necesitado para estar realmente seguras? ¿Un policía que las acompañara y persiguiera hasta la entrada del baño? La verdad es que todas las medidas de protección serán insuficientes mientras la justicia y la sociedad sigan respaldando a los agresores. ¿Cuántas veces tiene que amenazarte de muerte tu pareja para que la policía te crea?

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NAVY(47439)18 de mayo de 2023 - 08:07 p. m.
Evidencia de nuestra justicia alreves, donde las garantías las tienen los victimarios.
Hugo(14000)18 de mayo de 2023 - 04:08 p. m.
Se debilita la fuerza de la columna con impropiedades como que "la justicia y la sociedad" respalden a los agresores.En la justicia también participan muchas mujeres y la sociedad también comprende a las niñas ,a las novias,a las madres,a las feministas .Sucede que la criminalidad que afecta a mujeres no es esencialmente distinta a la que afecta a hombres,que es mucho mayor,aunque los motivos sean distintos.La criminalística es un tema muy complejo y su manejo no es nada simple .
Felipe(19502)18 de mayo de 2023 - 03:15 p. m.
Y hay casos más aberrantes como el del asesino de M. Mercedes, su primo y esposo, el abogado J. Manuel Gnecco, quien está por salir libre (por vencimiento de términos). Curioso! Lo que sucedió con su anterior pareja sentimental la de JMG. Ante nuestra inoperancia Judicial, cuándo vamos a hacer valer, al menos, La Sanción Social y condenamos estos y muchos otros episodios vergonzosos de impunidad? (Vale este mismo comentario para la columna de Yolanda Ruiz).
Francisco(30227)18 de mayo de 2023 - 02:24 p. m.
El sexo y el crimen van de la mano. Mucho ojo mis queridas damas!
Marta(68643)18 de mayo de 2023 - 02:07 p. m.
Construir refugios vigilados para madres e hijos amenazados. Hay casas y propiedades en extinción de dominio que podrían servir para tal fin
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