En cosa de una semana, los demócratas gringos lograron que Biden dejara la carrera presidencial y se unieron alrededor de la vicepresidenta Kamala Harris, quien ya logró empatar a Trump en las encuestas. El cambio fue una bocanada de aire fresco para una elección que olía a naftalina. Harris, además, tiene más cosas a su favor que simplemente “no ser Trump”. Por un lado, y a pesar de ser parte del gobierno, el electorado sabe relativamente poco sobre ella, no tiene que lidiar con años de críticas en los medios de comunicación como le sucedió a Hillary Clinton en su momento. Harris también es una reconocida defensora de los...
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