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La denuncia de Karen Santos

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Catalina Ruiz-Navarro
04 de diciembre de 2025 - 05:05 a. m.
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Karen Santos, exesposa del empresario Ricardo Leyva, acaba de denunciarlo públicamente por violencia doméstica, dando su testimonio a la revista Cambio. Además de una entrevista de más de una hora, Santos aportó pruebas, grabaciones escalofriantes de algunos de los ataques, que ocurrieron en su mayoría en una mansión de los Lagos del Caujaral en Barranquilla, y en donde el empresario, en medio de una golpiza la amenaza con matarla. También le entregó a la revista partes médicos (pues llegó a necesitar cirugías de reconstrucción facial), y fotografías de heridas y golpes que dan cuenta de las agresiones.

Santos vivió muchos años en Australia en donde también viven su primer esposo y sus hijos. Conoció a Leyva después de su separación y lo dejó todo para irse a vivir con él a Colombia durante la pandemia. Santos trabajaba con Leyva organizando conciertos de grupos cristianos; a pesar de eso, denuncia que era víctima de violencia económica. Según la denuncia, la situación llegó a un punto límite hace unos meses, cuando Leyva destruyó el celular de Santos y la amenazó con un cuchillo. Luego de ese episodio, que hizo que Santos dejara al empresario y se fuera a Medellín con solo una maleta, los guardias del conjunto llegaron a la casa, pero no a socorrerla como ella se imaginaba, sino a recuperar el celular de Leyva.

Esta grave denuncia estuvo enmarcada en un asunto político, pues luego de la separación parece que Leyva hizo un cambalache de casas con el ministro Armando Benedetti, quien, según Leyva, ofreció el cambio porque simpatizaba con su situación. Petro también lanzó un trino machista y revictimizante que presenta la violencia que sufrió Santos como si fuera una riña privada de pareja que no debe salpicar lo público. Esta actitud es preocupante viniendo del líder del Estado, y probablemente hace eco de lo que piensan muchas personas: esa es justamente la principal barrera de acceso a los derechos que encuentran las personas que son víctimas de violencia. Pero el tuit de Petro no puede ser el centro del problema cuando hay una víctima que está denunciando violencia doméstica. El papel de Benedetti en el asunto también es secundario, tanto que cuando Cambio le pidió a Santos que le enviara un mensaje al ministro, a ella solo se le ocurrió decirle que cuidara a su gato. El Gobierno sabe ganarse sus críticas a pulso, y no se destaca por una perspectiva de género institucional, pero poner a Petro y a Benedetti en el centro es perder el foco de lo grave que es esta denuncia por intento de feminicidio.

El caso de Santos muestra que hasta en las clases altas hay terribles casos de violencia doméstica, por supuesto, con componentes de violencia económica. La seguridad de las víctimas pasa por garantizar la autonomía de las mujeres, y esto se logra garantizando el acceso a derechos como la salud, la vivienda y tomando medidas que nos den estabilidad económica a todas las personas, como la renta básica universal. También es indispensable garantizar su libertad de expresión, pues un cambio social necesita de sus historias contadas en voz alta.

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Lalo Parrarro(70277)05 de diciembre de 2025 - 09:48 p. m.
Leyva es un trepador, un vivo, que hizo plata organizando conciertos, pero la plata no le quitó lo patán y marrano. Es un sujeto despreciable.
Duglas Balbín(91148)05 de diciembre de 2025 - 01:18 p. m.
👍
Mar(60274)05 de diciembre de 2025 - 04:23 a. m.
¡Excelente columna!
Felipe Fegoma(94028)05 de diciembre de 2025 - 12:43 a. m.
Vergonzante la defensa-disculpa que hace la articulista de Petro y Benedetti.
HDíaz59(93398)04 de diciembre de 2025 - 08:49 p. m.
¡Todo es culpa de Petro, hasta los desafueros que ocurren debajo de las cobijas...!
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