La conferencia anual de la CPAC (Conferencia de Acción Política Conservadora), entre el 19 y el 22 de febrero, tuvo un momento viral en redes sociales en el que el presidente de Argentina, Javier Milei, se sube al escenario para regalarle una motosierra a Elon Musk. La motosierra, según CNN en Español, es una obra del restaurador de herramientas antiguas, Mariano Ditro Tute Di Tella. En la sierra se lee el mensaje de “¡Viva la libertad, carajo!”, tiene una piedra semipreciosa, un jaspe rojo que simboliza al planeta Marte, haciendo referencia a la obsesión de Musk. Esta no es la primera sierra que el personaje hace para Milei, aunque según él, su gusto por las motosierras decorativas data de mucho antes.
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Milei, y ahora Musk, están decididos a “amputar” el gasto público y a desregular la economía para favorecer el enriquecimiento de las grandes corporaciones. La agenda es quitar talanqueras y protecciones, privatizar, y reducir las capacidades del Gobierno al máximo para que pueda estar fácilmente al servicio de los grandes monopolios económicos. La motosierra corta el gasto público con violencia y descuido, con ruido y brutalidad, y los machos libertarios la ven también como un símbolo de su masculinidad.
La espectacularidad del momento es totalmente intencional. Es una cortina de humo para que la gente deje de hablar de la estafa de Milei, quien días antes tuiteó el link para una supuesta criptomoneda que terminó siendo como una estafa piramidal. La criptomoneda en cuestión, $LIBRA, fue creada por la empresa KIP Protocol, y llegó a Milei a través de una cadena de amigotes que incluye a Agustín Laje, uno de los más populares ideólogos libertarios y antiderechos, y abiertamente antifeminista. La estafa maestra de $LIBRA, como lo explica la periodista argentina Florencia Alcaraz en Volcánicas, es también una larga cadena de machos. Laje también es el presidente de la Fundación Faro, un think tank para recaudar fondos para La libertad avanza, el partido del presidente, y hay rumores que señalan que la estafa hizo ganar dinero a esa fundación. Esto llevó a un bajón importante en la popularidad de Milei, y gracias a la motosierra logró que en redes no siguiera dominando la conversación la estafa multimillonaria.
La motosierra de Milei y de Musk, como lo explica Wired, también es para las regulaciones ambientales, lo que ellos y el FMI llaman “aliviar las restricciones que dificultan la llegada de inversiones”. Según Wired, “Elon Musk ha mostrado interés en Argentina, país que cuenta con una de las mayores reservas de litio del mundo. El año pasado, se reunió con Milei en la fábrica de Tesla en Austin, Texas, en donde hablaron de inversiones alrededor de este mineral y de hacer un ‘gran evento’ en el mercado argentino ‘para fomentar las ideas de la libertad’”.
La motosierra no es la metáfora más sutil. Es tan violenta y mortífera como parece. Es un esperpento metáfora de otro esperpento: llamar libertad a mercantilizar derechos.
