Cuando arrestaron a John Poulos, presunto asesino de la DJ Valentina Trespalacios, en el aeropuerto y le pusieron las, ahora famosas, esposas color púrpura, muchas feministas vimos en ese gesto una gran ironía, pues pretendía mostrar lo rápida y eficaz que había actuado la justicia frente a un feminicidio. Este era el caso de mostrar y todo tenía “tanta perspectiva de género” que hasta las esposas venían personalizadas. Salieron a alardear por lograr una captura en un caso bastante claro, en donde había videos y pruebas incriminadoras y el agresor no era alguien con poder real en Colombia, así que también era un blanco fácil para...
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