Hace poco se hizo público un documento de más de 900 páginas, redactado por el think tank de ultraderecha The Heritage Foundation que desde los ochentas está tratando de hacer incidencia política, y exitosamente ha logrado mover el espectro ideológico del partido Republicano más hacia la derecha. Heritage tiene vínculos cercanos con Donald Trump. Como explica Andrew Prokop en la revista Vox, cuando Trump ganó sorpresivamente la presidencia en 2016, lo primero que hizo fue recurrir a esta fundación para armar a su equipo. Además, el Proyecto 2025 fue redactado por personas que estuvieron en su equipo en altos cargos. Trump no ha dicho con todas las letras que esta será su agenda presidencial pero sí ha dicho que la Heritage Foundation se ha encargado de diseñar el camino de acción para el proyecto Republicano, y casi todas sus ideas de política pública coinciden con el proyecto.
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El documento se refiere a su agenda de política pública como “La Promesa Conservadora”: varios objetivos como “restaurar la familia tradicional”, disminuir el poder del Estado Federal, concentrar el poder del presidente, permitirle despedir a funcionarios públicos que no le sean afines políticamente, recrudecer la política migratoria, desfinanciar los esfuerzos por frenar el cambio climático, tumbar Medicaid, y eliminar el Department of Education para permitir que los padres y madres de familia tengan incidencia directa en el programa educativo de los colegios, y eliminar estándares educativos para que dichos padres puedan pedir, por ejemplo, que se enseñe Creacionismo y no la Teoría de la Evolución. Como es de esperarse, el Proyecto 2025 tiene fuertes medidas antigénero: revocar la aprobación de la Mifepristona por parte de la FDA, criminalización de las acompañantes, echar para atrás los avances en derechos para las personas trans y no binarias, hacer más difíciles las denuncias por violencia sexual, y prohibir a las personas realizarse un aborto en un estado en el que no sean residentes. El proyecto también quiere prohibir la pornografía, el único punto al que Trump parece objetar. El proyecto cuenta con un paso a paso de 180 días para su implementación y está respaldado por una coalición de más de 90 organizaciones de ultraderecha.
Pronto será la Convención Nacional Republicana y su agenda está totalmente alineada con este documento. El próximo presidente de EE. UU. probablemente podrá asignar a tres jueces o juezas de la Corte Suprema. Las probabilidades de que Trump llegue a la presidencia ya eran altas y van en aumento porque el intento de asesinato del sábado pasado, mientras el candidato estaba en un rally en Pennsylvania, que aún no se ha esclarecido plenamente, le permiten asumir una narrativa de víctima que sirve para evadir cualquier crítica legítima. Una implementación del Proyecto 2025 exitosa no solo afectará a Estados Unidos: también a la situación de derechos humanos de toda la región, y es muy probable que se convierta en una hoja de ruta para otros gobiernos autoritarios y antiderechos en la región, que ya tienen una agresiva agenda antigénero. Los gobiernos autoritarios y antiderechos son eficientes porque no tienen escrúpulos. Subestimarlos es solo una manera de apoyar su causa.