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Violencia policial, impunidad y sesgos de género

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Catalina Ruiz-Navarro
03 de agosto de 2023 - 02:05 a. m.
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En mayo de 2021, durante las protestas del Paro Nacional, Alison Meléndez, quien también se menciona en medios como Alison Salazar, fue abordada en Popayán por la policía, que la detuvo arbitrariamente y luego la torturó hasta presuntamente llevarla al suicidio. En ese momento, Cuestión Pública y Volcánicas hicimos una reconstrucción de lo que podrían haber sido ocho minutos de tortura. Pudimos ver que Meléndez está sentada en un muro cuando llegan al menos 13 policías en motos que se acercan a ella, la golpean y manosean. Ella grita que la suelten y esto es registrado por un periodista que publicó el video. La acusan de haber tirado una papa bomba, ella lo niega. Se la llevan a rastras, con una violencia excesiva e innecesaria, la siguen arrastrando hasta la URI, aunque ella grita que la suelten. Estuvo retenida hasta las 11 de la noche, cuando por fin se la entregaron a su abuela. Al día siguiente, Alison contó lo sucedido en el muro de su Facebook y luego se suicidó.

El caso de Alison se convirtió en uno de los ejemplos paradigmáticos de la violencia policial que hubo en medio del Paro, de la forma diferencial en que se agrede a las mujeres, y de lo que no debería repetirse jamás. En un comienzo, la Fiscalía descartó que hubiera “acceso carnal violento”, un tipo de violencia sexual muy específico que está tipificado en el código penal, y que no incluye otras formas más sutiles de agresión sexual como arrastrarla hasta desnudarla y toquetearla (algo que se observa en los videos) u otras cosas que pudieron pasar en la URI, fuera del ojo de las cámaras. En junio de 2021, la Fiscalía imputó cargos contra uno de los policías y el 19 de julio de este año, casi dos años después, la Procuraduría destituyó e inhabilitó por entre 12 y 14 años a los cinco miembros del ESMAD que fueron señalados por la detención de Alison. Una vez más, insistieron en que no hubo abuso sexual, pero sí un abuso de la fuerza, lo cual, de nuevo, muestra que las formas legales y penales que se usan para tipificar la violencia de género son insuficientes. Decir que solo hubo un abuso de la fuerza es una representación sesgada de los hechos, pues borra totalmente el componente de género que tuvieron estas agresiones.

La gran mayoría de las mujeres (salvo quizás aquellas que tienen mucho, mucho poder) tenemos una idea más o menos clara de lo que Alison pudo sentir cuando se le acercó ese enjambre de policías. No tienen que tocarte, todo comienza solo con rodearte, y así dejarte saber que son muchos y están juntos, y no se necesita mucha imaginación para entender qué es lo que pueden llegar a hacer. Así que no tienen ni siquiera que tocarte para producir miedo y humillación. Entonces, la agresión e intimidación sexual, que tiene un clarísimo componente de género, comienza mucho antes de que te toquen, y no necesariamente termina con la penetración, que es a lo que se refiere ese deshumanizante término, “acceso carnal”. En el caso de Alison Meléndez tendremos que decir que técnicamente hubo justicia, pues inhabilitaron a algunos de los policías que la agredieron, pero hasta que estén dispuestos a admitir que aquí hubo un componente de género, lo que tenemos no es más que un castigo, pero la injusticia se repetirá infinitas veces porque aquí hay un problema estructural.

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abolectrico(03577)04 de agosto de 2023 - 06:12 p. m.
Como pueden ver, de la papa bomba y de los daños que causó la periodista no dice nada, es defender por joder, yo diría que el ADN femenino no contiene insumos para papas bomba, pero la izquierda se encarga de inocularles el virus.
Carlos(34560)04 de agosto de 2023 - 01:47 a. m.
¿Ustedes han visto que en las marchas que han realizado los veteranos de la Fuerza Pública nunca ha tenido que intervenir el ESMAD? Para los cortos de cerebro esto les demuestra que si se marcha pacíficamente no se necesita intervención de la Policía anti disturbios.
Carlos(34560)04 de agosto de 2023 - 01:43 a. m.
Lo raro es que esta dizque feminista no dice nada del vil asesinato y en estado de indefensión de la patrullero en Neiva. La doble moral es su característica. Debería sentir vergüenza si es que la tiene.
oscar(08177)03 de agosto de 2023 - 09:48 p. m.
Si pero está ocurriendo lo contrario, están matando a los policias en una forma infame com pasó en Neiva con la patrullera, le recomiendo que sea un poca mas asertiva y objetiva, aunque la objetividad no es propia de las columnas de opinión que tienen sus sesgos y su sesgo es de izquierda bien de izquierda casi guerrillera
Pablo(88449)03 de agosto de 2023 - 09:21 p. m.
A la maquina de guerra Molano que esta pidiendo Alcaldía por cárcel no se le puede complacer porque jamás va gobernar a Bogotá. Le toca irse pa" Miami donde esta el ñeñe pinocho Títere Iván para que le ayude a sus quehaceres domésticos.
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