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¿Con la soga al cuello?

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Catalina Uribe Rincón
16 de octubre de 2021 - 05:30 a. m.
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Las imágenes de migrantes haitianos intentando entrar a Estados Unidos son crueles. Pocas cosas más insoportables que ver a hombres blancos con sombreros texanos montados en caballos y lanzando sogas a los cuellos de hombres negros en pleno 2021. Como si se tratara de una película del Oeste sobre la esclavitud, los hombres negros corrían con expresiones de terror aferrándose a las que parecían ser sus únicas pertenencias: unas cajitas de comida. No menos irritante fue ver la imagen de la modelo Alejandra Torres casi desnuda con un collar atado al cuello mientras su novio, el holandés Patrick Slurick, un hombre blanco extranjero, la “paseaba” por las calles de Medellín.

La primera reacción pública, reflejada en el discurso de los gobernantes, fue angustiarse por el “qué dirán”. El presidente Biden salió a condenar las horrorosas imágenes de los haitianos, y el alcalde de Medellín, a pedir la expulsión del holandés porque “esa no es la imagen que queremos para la ciudad”. La segunda reacción pública, un poco más pausada y honesta, fue la discusión sobre las causas estructurales. En el caso de los migrantes haitianos se ha hablado del racismo inmanente que no abandona Estados Unidos, de la historia de políticas migratorias, de la aporofobia o de la falta de capacitación de la policía. En el caso de las mujeres en Colombia se ha hablado de la cultura de la explotación sexual, del colonialismo, de las cirugías plásticas, de la cultura traqueta, entre otros.

La discusión de las causas estructurales es fundamental para lograr precisión sobre las presiones que enmarcan, censuran o avalan las decisiones de los individuos. Nos sirve para evitar caer en frases como la de Gustavo Bolívar en la que cuestiona a quienes traen hijos al mundo para después abandonarlos. No se sabe por qué los familiares de uno de los niños asesinados en Tibú no han recogido su cuerpo. Tampoco sabemos por qué sus madres los trajeron al mundo. ¿Fue su decisión concebirlos? ¿Tuvieron la posibilidad médica y cultural de un aborto? ¿Estarán vivos sus padres? Tampoco sabemos mucho de los asesinos. ¿Tratan de jugar a justicieros en un lugar regido por la ausencia del Estado? ¿Será la xenofobia que nos aqueja la que los llevó a dispararles a dos niños venezolanos? ¿Será la violencia que vivieron los asesinos de pequeños lo que los llevó a normalizarla?

El horror de Tibú, el de Texas y el de Medellín reflejan entramados gruesos de poderes, opresiones e injusticias. Y si vamos a buscar la verdad, es inevitable entrar en el mundo de culpas compartidas. El problema está siendo que rara vez llega el debate público al tercer momento: al del sujeto y su responsabilidad individual. Hace poco me contó un médico traumatólogo que mientras operaba a un ladrón por una herida de bala, él le contó que ahora los ladrones hieren para que las personas alrededor auxilien a las víctimas en lugar de perseguirlos. Y bueno, esta vez alguien alcanzó al ladrón después de que este disparara. Quién sabe por qué ese hombre se hizo ladrón. Igual, quedan preguntas: ¿qué pasa por su cabeza? ¿Cómo se le ocurre disparar para robar una billetera? ¿Qué les pasa a los asesinos de Tibú y a los policías de Texas y a la modelo y al holandés? Las discusiones estructurales son importantes, pero también hay que dejarle espacio a la responsabilidad individual.

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Aquileo(2715)17 de octubre de 2021 - 01:11 p. m.
Qué hace Migración Colombia entregándoles a los coyotes que operan en el Tapón del Darién a los haitianos que pretenden llegar a Panamá y luego seguir rumbo a USA?
juan(9371)17 de octubre de 2021 - 01:15 a. m.
Cómo se le ocurre bombardear a niños reclutados a la fuerza y que el Estado no supo proteger ?
BPMARQUITECTURA(doqh3)17 de octubre de 2021 - 01:00 a. m.
Catalina la responsabilidad individual es parte de las causas estructurales. El comportamiento es producto también del fenotipo, es decir de la interacción del genotipo del sujeto y el ambiente donde se ha desarrollado. Ese ambiente debe proporcionarlo el Estado: educación, preparación para la vida, oportunidades laborales, entornos de calidad, ciudades "ordenadas" control de las políticas.
Alvaro(sa3gs)16 de octubre de 2021 - 08:42 p. m.
Se llama educación y ética ,no hay quien la viva ,estamos muy mal sacamos a Dios de la vida y no se ha creado un plan de ética de la vida.
Manuel(9808)16 de octubre de 2021 - 07:52 p. m.
Una "niña bien" como la columnista a la larga no sabe de qué está hablando. O por lo menos habla o escribe como si viviera en otro mundo, muy diferente al de nosotros los mortales.
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