Publicidad

Esclavos por naturaleza

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Catalina Uribe Rincón
11 de diciembre de 2013 - 10:00 p. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

El esclavo por naturaleza es aquél incapaz de captar por su propia razón lo que le conviene, y, por lo mismo, necesita de la ayuda de su amo para saber qué es lo bueno.

 Según Aristóteles, los esclavos naturales son una especie de niños perpetuos. Son seres que tienen suficiente razón como para que tenga sentido instruirlos y amonestarlos pero no tanta como para esperar que algún día puedan pensar por su propia cuenta. Por esto hay que dirigirlos, mostrarles el buen camino, llevarlos de la mano, justo como lo hicieron los evangelizadores con los bárbaros americanos.

De la misma manera, y con las mismas puras y castas intenciones, nos guía ahora el procurador hacia el bien. Es obvio que un agregado de menores de edad, como lo somos los colombianos, nos encontramos incapacitados para elegir y revocar a nuestro propio alcalde, de la misma forma que es evidente que la resolución de nuestros propios conflictos nos quede grande y haya que recurrir al consejo de los sabios jueces de la Corte Penal Internacional. Como nuestra reserva de razón no alcanza, tenemos que someternos a la razón de otros.

Habíamos entendido mal al procurador. Todo este tiempo lo juzgamos con los criterios equivocados. No se trata de que seamos unos inmorales deleitados en la perdición. Somos simplemente unas creaturas cortas de visión y faltas de entendimiento que caemos en el pecado por lo mismo que en el error. Pero en su infinita caridad ‘Él’ nos guía, ‘Él’ nos lleva hacia el bien.

Sin embargo, “el que puede ser de otro, por eso mismo es de otro”, dice Aristóteles. Si alguien decide por nosotros es porque no lo podemos hacer por voluntad propia. Y cuando permitimos que amos como Ordóñez nos impongan su visión del mundo, lo que hacemos es aceptar colectivamente nuestra incapacidad para pensar.

Conoce más

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.