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Dos días antes de la peor masacre judía en la historia de Estados Unidos en la sinagoga El Árbol de la Vida, Bryan Goldbach, un padre de familia de Kentucky, decidió disfrazar a su hijo de Hitler y acompañarlo a pedir dulces vestido de soldado nazi. En otras noticias, Megyn Kelly, presentadora de la cadena de televisión NBC, defendió los disfraces que usaran blackface (cara negra), una modalidad racista y extremadamente ofensiva de maquillarse.
Lo curioso de estos dos casos es que tanto Goldbach como Kelly pidieron disculpas por su imprudencia, pero a la vez se mostraron genuinamente sorprendidos por la respuesta negativa ante sus actuaciones. Goldbach se justificó diciendo que Hitler es un personaje histórico y Kelly dijo que en su época estaba bien el blackface si el disfraz era de un personaje de raza negra.
Aunque la mayoría de los comentarios en redes sociales y medios condenaron el proceder de Goldbach y Kelly, hubo otros cuantos que criticaron la supuesta dictadura de lo “políticamente correcto”, en donde ya “nada se puede hacer ni decir”. Este tipo de comentarios se los oigo constantemente a personalidades colombianas, desde políticos hasta caricaturistas, que tratan de “sensibles” a sus críticos y que defienden la “genuinidad” de sus intenciones y de su humor.
Pero no hay nada de sensible en advertir de las consecuencias de lo que se dice. Después de la masacre de la sinagoga, la periodista judía Julia Ioffe dijo en CNN que, a pesar de que desde hace siete años tiene una cuenta de Twitter, solo desde que llegó Trump al poder ha recibido miles de ataques antisemitas. Su caso no es aislado. Es lo que sucede cuando una sociedad confunde libertad de expresión con licencia para decir lo que sea.
Las palabras importan y más aún cuando provienen de nuestros líderes. Que los líderes decidan odiar a las mujeres, a los judíos, a la comunidad LGBT y a los negros no solo da licencia a la ciudadanía para insultar, sino que muchos ciudadanos como Goldbach y Kelly ya ni siquiera entienden por qué lo que hacen es inaceptable.
