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La ronda infantil de “El metro es una realidad”

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Catalina Uribe Rincón
13 de septiembre de 2025 - 09:11 p. m.
“El metro, más que una realidad tangible, se vuelve una sucesión de imágenes”: Catalina Uribe Rincón
“El metro, más que una realidad tangible, se vuelve una sucesión de imágenes”: Catalina Uribe Rincón
Foto: Juan Camilo Parra
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Cuando era niña, era común en las fiestas de cumpleaños jugar la ronda ‘Juguemos en el bosque. El punto era cantar varias veces “juguemos en el bosque mientras el lobo no está” hasta que el lobo llegara y todos salían a correr. Después de cada cantada, la persona que hacía de lobo, que usualmente era el recreacionista adulto, iba demorando el juego diciendo que hasta ahora se estaba despertando, después vistiendo, después peinando, y así por un periodo largo. En esa época, la paciencia, en especial para las niñas, era una virtud. Aprender a quedarse quieto y a aburrirse era común. El juego podía volverse eterno.

Recordé la ronda esta semana al ver un nuevo titular sobre el Metro de Bogotá. Los vagones pasaron de estar en altamar, llegar a Cartagena, después a Bosa y la próxima semana no sé dónde estarán. Por dos días fue noticia la historia del “barco carguero francés Everglade” que se trajo seis vagones, cada uno de casi 38 toneladas. Vi una foto del capitán “de la operación”, Alfonso Salas Trujillo, con una sonrisa, y otra del puerto de carga con los andamios gigantescos. Después, entonces, el patio taller del barrio El Recreo con las fechas “posibles”, “previstas”, “estimadas” para su funcionamiento.

La ronda de “El metro es una realidad” se empezó a jugar en el 2022 cuando la entonces alcaldesa Claudia López presentó un prototipo de vagón en el Parque de los Niños y las Niñas. La esperanzada alcaldesa posó para unas fotos en el “Vagón Escuela” que le enseñaría a los usuarios a usar bien este transporte, lo que sea que eso signifique. Después de eso hubo mil anuncios más en el que los recreacionistas adultos nos siguieron entreteniendo con la idea de un transporte que lleva más de un siglo en las ciudades desarrolladas y en las no tan desarrolladas. Destaco, además del vagón escuela, los famosos pilares que publicó Galán en redes en los que una cámara nos mostraba las columnas paradas con música triunfante.

En comunicación política, la infraestructura se estudia también en sus formas culturales y políticas. En contextos como el nuestro, la infraestructura se convierte en un espectáculo público: cada anuncio, cada vagón mostrado, cada columna erguida funciona como una prueba de futuro, un recordatorio de que el Estado está haciendo algo. Lo material pasa a segundo plano frente a la coreografía de comunicados, fotos y titulares. El metro, más que una realidad tangible, se vuelve una sucesión de imágenes y gestos destinados a sostener la fe ciudadana en que alguna vez lo veremos rodar.

En estos casos, lo que importa no es la obra terminada sino la promesa misma. Y así, como en la ronda infantil, seguimos cantando “El metro es una realidad… mientras el lobo no está”, esperando que algún día todos los vagones lleguen y rueden de verdad. La esperanza se convierte en nuestra virtud: nos mantiene quietos, atentos y entretenidos, mientras los recreacionistas adultos del Estado siguen jugando con fechas y cambios. Al final, más que transporte, lo que tenemos es un juego eterno de esperar y creer. La esperanza es, al mismo tiempo, consuelo e ilusión para quienes poco tienen, porque es lo único que pueden “poseer”.

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SÓTERO(26571)15 de septiembre de 2025 - 04:20 p. m.
"El ALCALDE, más que una realidad tangible, se vuelve una sucesión de imágenes y gestos destinados a sostener la fe ciudadana en que alguna vez lo veremos rodar.
GONZALO CARREÑO R.(02bph)14 de septiembre de 2025 - 10:04 p. m.
Muy buena metáfora para mostrar la triste realidad de Bogotá (y del país) en dónde conformarse con lo menos malo es lo más común. Y exigir más es fuertemente criticado. Muy buena columna.
fabio villalba(30155)13 de septiembre de 2025 - 11:42 p. m.
Se quejan del estado del mundo y después escriben esto. Hacer infraestructura bien toma tiempo, pero el metro esta siendo ejecutado como dice el contrato. Es el mayor proyecto en la historia del pais y en vez de celebrarlo, salimos a escribir sin razones que no creo que va muy lento. Son ustedes periodistas los que con este tipo de artículos destruyen la confianza de los ciudadanos en su democracia y se la dejan facil a populistas y mentirosos que prometen proyectos fantasiosos.
Helga66(40077)13 de septiembre de 2025 - 05:50 p. m.
Infantil su columna. El avance en la construcción de infraestructura física es una buena noticia que ánima a la sociedad. Mantiene el optimismo. A diferencia de su cántico Infantil la obra del Metro de Bogotá es una realidad FISICA en construcción, no una metáfora. La ridiculiz de su columna evidencia la bondad con la que El Espectador permite la publicación de estupideces. Abusa del espacio de opinión para escribir tonterías
  • zorrillo(6652u)13 de septiembre de 2025 - 07:48 p. m.
    Estoy totalmente de acuerdo con usted
bernardo cifuentes garcia(19305)13 de septiembre de 2025 - 05:04 p. m.
Claro que los políticos siempre usarán la vitrina como su principal herramienta de trabajo y el alcalde Galán no va a ser la excepción. No sobra la ayudita para Galán presidente . Pero es justo reconocer a Claudia a Galán y a Peñaloza que hicieron felices a los bogotanos que hoy ya creen que El Metro es una realidad muy próxima. Hagan una encuesta y verán.
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