EN LA SENTENCIA CONDENATORIA de Yidis Medina está el relato sobre sus visitas al apartamento del ex viceministro del Interior Hernando Angarita.
Éste, en una entrevista que le dio a La W, admitió que había invitado a Yidis a conversar con él después de que la ex representante confesó que votó a favor de la reelección presidencial, seducida por la oferta de puestos que le hizo el Gobierno. Angarita también aceptó ser el candidato de Cambio Radical a la Superintendencia de Salud, que se encontraba vacante porque José Renán Trujillo –del mismo movimiento– acababa de retirarse en medio de un escándalo. El ministro de Protección Social, Diego Palacio, salió al aire casi en seguida para desautorizar las reuniones del ex funcionario con Yidis, e informó que Angarita no sería nombrado en la Súper. Corrían los últimos días de abril de este año.
Por su parte, Yidis, cuando compareció ante la Corte Suprema, reveló que Angarita quería disuadirla de ratificar su denuncia mediante la oferta de nuevas cuotas oficiales. En concreto, se lee en la sentencia, él le aseguró que muy pronto sería el nuevo Superintendente y que allí había cupos. Ayer, es decir, cinco meses después, nos enteramos por otras entrevistas realizadas en La W, que el Ministro apenas va a poner titular en ese cargo, y que, pese a lo prometido por Palacio públicamente, no será un técnico ni un médico especialista en gerencia, sino un político… de Cambio Radical. No sé por virtud de cuáles ‘méritos’ ese partido es el dueño de la Superintendencia pero así es, aunque tal dependencia haya pasado de mano en mano debido a la ineficiencia, o a pleitos de los que todavía no conocemos la verdad.
El ocupante de la silla donde sólo se debería sentar quien supiera de administración de salud, es el esposo de la nueva vicecanciller, Clemencia Forero. Rosca de Cambio y rosca del Gobierno. Y eso que la Casa de Nariño ha intentado desprestigiar a la Rama Judicial dizque por el ‘roscograma’ que ella practicaría. Mala costumbre para los demás, buena para el Ejecutivo. Acosado, el cada vez menos convincente Ministro aguantó el chaparrón de críticas de los entrevistadores casi con resignación pero, eso sí, dejando claro que el político de Cambio va a ser el elegido. Debe ser que Palacio no decide. Hace lo que le mandan. De cualquier manera, no tiene disculpa.
Otra labor en la que anda atareado el Ministro es la de lograr que el Consejo Superior de la Judicatura tumbe una sentencia de la Corte Suprema. ¿Adivinen cuál? La de Yidis Medina. El ponente de una tutela que ya perdió en primera instancia Palacio, es el magistrado (e) Carlos Arturo Ramírez. De acuerdo con un informe de Noticias Uno, Ramírez le dará la razón al Ministro y el fallo se caerá parcialmente. Otro choque de trenes por tutelas concedidas por unos tribunales complacientes, contra las sentencias de otros. Ramírez aspira, cómo no, a ser magistrado titular. Para lograrlo, el Presidente de la República tendría que incluir su nombre en la terna. Darle al mandatario el gustico de eliminar, por ejemplo, de la sentencia el párrafo donde se afirma que “hubo desviación de poder” cuando se “acudió a la corrupción en el ejercicio de la función pública”, ayudaría. Preside la sala disciplinaria, donde se resolverá el asunto, Angelino Lizcano (elegido por el Congreso después de ser durante 15 años empleado de la Cámara). Pertenece a esa sala el ‘inmaculado’ Ovidio Claros. Ya van tres votos de siete. Los otros cuatro no serán difíciles de conseguir: por lo menos tres de éstos le pertenecen al uribismo. ¿De cuál ‘roscograma’ estábamos hablando?
EN LA SENTENCIA CONDENATORIA de Yidis Medina está el relato sobre sus visitas al apartamento del ex viceministro del Interior Hernando Angarita.
Éste, en una entrevista que le dio a La W, admitió que había invitado a Yidis a conversar con él después de que la ex representante confesó que votó a favor de la reelección presidencial, seducida por la oferta de puestos que le hizo el Gobierno. Angarita también aceptó ser el candidato de Cambio Radical a la Superintendencia de Salud, que se encontraba vacante porque José Renán Trujillo –del mismo movimiento– acababa de retirarse en medio de un escándalo. El ministro de Protección Social, Diego Palacio, salió al aire casi en seguida para desautorizar las reuniones del ex funcionario con Yidis, e informó que Angarita no sería nombrado en la Súper. Corrían los últimos días de abril de este año.
Por su parte, Yidis, cuando compareció ante la Corte Suprema, reveló que Angarita quería disuadirla de ratificar su denuncia mediante la oferta de nuevas cuotas oficiales. En concreto, se lee en la sentencia, él le aseguró que muy pronto sería el nuevo Superintendente y que allí había cupos. Ayer, es decir, cinco meses después, nos enteramos por otras entrevistas realizadas en La W, que el Ministro apenas va a poner titular en ese cargo, y que, pese a lo prometido por Palacio públicamente, no será un técnico ni un médico especialista en gerencia, sino un político… de Cambio Radical. No sé por virtud de cuáles ‘méritos’ ese partido es el dueño de la Superintendencia pero así es, aunque tal dependencia haya pasado de mano en mano debido a la ineficiencia, o a pleitos de los que todavía no conocemos la verdad.
El ocupante de la silla donde sólo se debería sentar quien supiera de administración de salud, es el esposo de la nueva vicecanciller, Clemencia Forero. Rosca de Cambio y rosca del Gobierno. Y eso que la Casa de Nariño ha intentado desprestigiar a la Rama Judicial dizque por el ‘roscograma’ que ella practicaría. Mala costumbre para los demás, buena para el Ejecutivo. Acosado, el cada vez menos convincente Ministro aguantó el chaparrón de críticas de los entrevistadores casi con resignación pero, eso sí, dejando claro que el político de Cambio va a ser el elegido. Debe ser que Palacio no decide. Hace lo que le mandan. De cualquier manera, no tiene disculpa.
Otra labor en la que anda atareado el Ministro es la de lograr que el Consejo Superior de la Judicatura tumbe una sentencia de la Corte Suprema. ¿Adivinen cuál? La de Yidis Medina. El ponente de una tutela que ya perdió en primera instancia Palacio, es el magistrado (e) Carlos Arturo Ramírez. De acuerdo con un informe de Noticias Uno, Ramírez le dará la razón al Ministro y el fallo se caerá parcialmente. Otro choque de trenes por tutelas concedidas por unos tribunales complacientes, contra las sentencias de otros. Ramírez aspira, cómo no, a ser magistrado titular. Para lograrlo, el Presidente de la República tendría que incluir su nombre en la terna. Darle al mandatario el gustico de eliminar, por ejemplo, de la sentencia el párrafo donde se afirma que “hubo desviación de poder” cuando se “acudió a la corrupción en el ejercicio de la función pública”, ayudaría. Preside la sala disciplinaria, donde se resolverá el asunto, Angelino Lizcano (elegido por el Congreso después de ser durante 15 años empleado de la Cámara). Pertenece a esa sala el ‘inmaculado’ Ovidio Claros. Ya van tres votos de siete. Los otros cuatro no serán difíciles de conseguir: por lo menos tres de éstos le pertenecen al uribismo. ¿De cuál ‘roscograma’ estábamos hablando?