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El fiscal que se creyó dios

Cecilia Orozco Tascón
05 de octubre de 2022 - 05:30 a. m.

Nunca como en el periodo de Francisco Barbosa ha habido tantas preocupaciones por la dilapidación de los dineros públicos en la Fiscalía General, asignados, en el Presupuesto Nacional, obviamente para combatir el crimen, investigar a los delincuentes, desarticular las bandas y procurar las condenas de los responsables. Pero si nos atenemos a los cuestionamientos que, hoy por hoy, se escuchan en los medios de comunicación, en columnas de investigadores y en los despachos de ese organismo, el abuso en el gasto de los recursos empleados en satisfacer los estrambóticos caprichos del fiscal general, de su entorno familiar ampliado y de sus subalternas cercanas sería de tal magnitud que no solo dejarían graves pérdidas económicas sino que más de uno podría enfrentar juicios de carácter penal cuando pueda determinarse, con exactitud, el tamaño de la dilapidación de la actual administración, una vez concluya su tiempo. Como dice la ranchera, nadie es eterno en el mundo... aunque Barbosa actúe como si lo creyera y, peor aún, como si fuera dios.

 

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