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El jefe de gabinete Saade: venal, oportunista y traidor

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Cecilia Orozco Tascón
25 de junio de 2025 - 05:05 a. m.
“Saade es un traidor nato y no por razones éticas, como ha hecho creer, sino por venganzas personales”: Cecilia Orozco Tascón.
“Saade es un traidor nato y no por razones éticas, como ha hecho creer, sino por venganzas personales”: Cecilia Orozco Tascón.
Foto: Óscar Pérez
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En concordancia con sus impulsos impredecibles y, tal vez, llevado al extremo por su sentido de supervivencia política, el presidente Gustavo Petro acaba de jugarse otra carta suicida: el nombramiento del supuesto pastor cristiano Alfredo Saade, cuya conducta es más agresiva y controvertida que la del recién posesionado ministro Eduardo Montealegre y, aún, que la del ministro del Interior. Ambos, Montealegre y Benedetti tienen marcas difíciles de superar en materia de genio y figura. Sin embargo, Saade amenaza con desplazarlos del primer lugar. El presidente no desconoce lo que podría acarrearle a él y a su Gobierno la presencia de Saade en la Casa de Nariño; o, si lo sabe, no le importa… por ahora. Dentro de algunos meses será otra historia, como seguramente podremos comprobarlo, dada la personalidad venal, mentirosa, oportunista, voluble y traidora del recién seleccionado para el cargo de “jefe de Gabinete”, un puesto que copiaron aquí de los sistemas parlamentarios para ocuparse de la coordinación entre funcionarios, que correspondía al secretario General de Presidencia y al propio ministro del Interior.

Saade es venal. Su paso por la dirección del Área Metropolitana de Valledupar en la alcaldía de Augusto “Tuto” Ramírez Uhía (2016–2019), a su vez, aliado del clan Gnecco, fue objeto de denuncias penales y administrativas con hallazgos formulados por la Contraloría municipal, por uso irregular de recursos públicos; además, Alfredo Saade fue criticado por apadrinar a un delincuente común (alias “Luisito”) a quien llevaba y traía, dándole acceso al disfrute de bienes públicos (ver). Famoso por sus traiciones políticas motivadas por asuntos nada santos, Saade llegó a ser enemigo mortal del “Tuto” Uhía un tiempo después, con consecuencias judiciales. Otro foco de corrupción toca al jefe de Gabinete: su hermano William Saade, un fugitivo eterno de la justicia puesto que lleva 15 años huyéndole a la cárcel, fue condenado, en 2010, a 16 años de prisión. La Corte Suprema le impuso esa pena (ver) por apropiarse de multimillonarios dineros girados por la Nación para la educación de los niños de clases populares. Se aprovechó de que era secretario de Hacienda del gobernador del Cesar, Lucas Gnecco (1998-2000), quien también fue condenado por esos hechos (ver). William, el hermanito del jefe de Gabinete presidencial, y su esposa Nubia Elena Lemus, ya habían sido condenados por enriquecimiento ilícito, en mayo de 2010 (ver). Lo que haya hecho William no es culpa de Alfredo, dirán sus defensores. En todo caso, no es ese, precisamente, el perfil apropiado para una de las personas más próximas al jefe de Estado de acuerdo, no con los textos legales sino con algo superior: la moralidad pública.

Saade es mentiroso y vendedor de espuma. Muchas historias pueden recordarse sobre la imaginación desbordada y peligrosa de Saade. Para comprobarlo están sus discursos, sus mensajes, sus diatribas, sus trinos. Pero hay una que resulta muy significativa: las ofertas falsas y el engaño con que confundió a un extranjero que buscaba contactos en Colombia para conseguir negocios. Ocurrió en 2021. Saade le prometió al empresario Alberto Bianchi acercarlo a altos funcionarios del entonces presidente Duque y abrirle oportunidades por dos millones de dólares. Le pidió que viajara a Barranquilla y que le entregara una suma inicial de mil dólares para usarlos en el arte de encantar a ministros y directores que le darían cita al extranjero. Cuando este le reclamó porque no salió con nada, Saade acabó insultándolo y se quedó con el giro: un chichipato (ver chats).

Saade es oportunista y voluble. Además de haber sido, como su fugitivo hermano William, aliado del corruptísimo clan Gnecco, Alfredo Saade ha pasado por Cambio Radical y ha pedido, varias veces, el aval de Germán Vargas Lleras; se ha hecho amigo de funcionarios clave en alcaldías de la costa Atlántica (clan Char) y del interior sin importar su color partidista. Ha pedido pista en el uribismo, que no lo quiso recibir, y, finalmente aterrizó en el Pacto Histórico de la mano de Benedetti (ver).

Saade es un traidor nato y no por razones éticas, como ha hecho creer, sino por venganzas personales y por motivaciones oscuras que no se han podido dilucidar del todo. Si lo pudiera contar, el excontralor general Carlos Ossa (qepd) cuyo vicecontralor era José Félix Lafaurie (ver), podría narrar un caso relevante de la condición de mal ser humano que caracteriza al jefe de Gabinete de Petro. Después de que Ossa lo recogió y lo hizo contratar de Naciones Unidas como asesor de su despacho porque no cumplía requisitos para ser funcionario formal, Saade, al parecer molesto por varias de sus peticiones insatisfechas y porque el contralor no detuvo la investigación fiscal que pendía sobre el fugitivo William Saade, le tomó fotografías a una libreta personal de Ossa en que estaban las pruebas de múltiples nombramientos hechos en la entidad por influencia de los congresistas. El hoy funcionario de Petro denunció al contralor, su amigo, aliado y jefe con hechos reales. Pero nunca explicó cómo siendo él mismo testigo y partícipe de las resoluciones ilegales, se quedó callado hasta cuando se distanció de su patrocinador (ver). ¡Qué ironía! El presidente más desconfiado de la historia ha dejado su suerte en manos de, al menos, un pícaro ventajista.

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Martha Cecilia Sanchez(25230)02 de julio de 2025 - 04:02 a. m.
NO necesariamente de la politica criolla, pero si de la politica pretista, que no conoce la seriedad,ni el repeto por un pais y sus gentes,ademas Petro quedo en su plata todo porque no le basta con lo que ha conseguido en la vida, ni siquiera la presidencia es un resentido social y eso si es muy jodido,eso no lo cura ni la hacienda en la Toscana
  • Jorge Mejia Restrepo(03295)15 de julio de 2025 - 03:11 a. m.
    Usualmente con el título de la columna me es suficiente para no leer a Cecilia Tascón. Hasta hoy!!! Se han demorado, pero, a no ser que sean iguales al pastor, en algún momento, aunque sea tarde, habrán entendido el engendro que ayudaron a montar!
Alvaro del Campo Parra Lara(08707)29 de junio de 2025 - 12:11 a. m.
Es la estrategia y estilo de la politica criolla
NAVY(47439)28 de junio de 2025 - 08:06 p. m.
Plop; hace mucho rato no leia a Cecilia desde que se peleó con Donadio. El cambio en su parecer ha sido extremo. Que despertar tan berraco como el de Maria Jimena. Siempre se ha sabido del mal ser humano que es Petro, quienes lo rodean gozan de iguales calidades.
Riko(gaiux)26 de junio de 2025 - 07:41 a. m.
Ahora si. Qué Dios nos encuentre confesados!
Leonel Berrio Guzman(5u51g)26 de junio de 2025 - 03:56 a. m.
En politixa eso eso es estrategia .ojala ese tigre no se tuerza.
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