“[Álvaro Uribe], el poderoso señor a quien le dan certificado de su honor (...) los delincuentes”: Cecilia Orozco Tascón
Foto: Óscar Pérez
El poder y la desgracia parecen ser los signos de la vida de Álvaro Uribe: el poder del dinero, el poder político, el poder de tener un país a sus pies, el poder de hacer lo que le ha venido en gana –así suele sucederles, precisamente, a los poderosos frente a quienes las mayorías callan y obedecen, no importa si lo que se les ordena es reprochable o intachable– y la desgracia inmensa de cargar con un pasado cuestionable, con mil sombras que lo siguen, con reclusos “testigos” de su honor, y con otros reos deponentes de su deshonor. Le ocurre así al expresidente con tanta frecuencia que cualquiera se pregunta en cuáles ambientes se...
Conoce más
