Los mensajes cruzados, de manera tan agresiva, entre quien podría llegar a ser el próximo presidente de la República y jefe supremo de las Fuerzas Militares, y el actual comandante del Ejército Nacional que tiene bajo sus órdenes a 240.000 hombres y mujeres activos, la mayoría armados, además de una gran irresponsabilidad de los dos personajes, reflejan el desorden institucional en que está sumida Colombia como consecuencia del gobierno torpe, débil, ignorante y prepotente que impuso, con engaños, el uribismo retardatario. El legado de Duque es el caos institucional: nadie pone orden en casa mientras él y su corte, un grupito arribista que desconoce las teorías del Estado y el carácter sagrado de los bienes públicos, raspan hasta la última migaja de poder antes de que se les termine su cuarto de hora. Ojalá sea pronto para recuperar la dignidad de ser colombianos.
Lee este contenido exclusivo para suscriptores
No se puede gobernar con trinos... ni con esqueletos
27 de abril de 2022 - 05:30 a. m.