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Percolación en el Congo

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César Niño
03 de marzo de 2025 - 05:13 p. m.
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Los últimos meses muestran un peligroso proceso de percolación en África. La reciente toma de la ciudad de Goma, en la República Democrática del Congo (RDC), por parte del grupo criminal M23, ilustra las graves implicaciones de un cúmulo de factores que amenazan la estabilidad del continente. En física y matemáticas, la percolación describe cómo un líquido logra filtrarse a través de estructuras sólidas y porosas hasta que, en un punto crítico, la concentración del líquido colapsa la estructura y todo se viene abajo. De manera análoga, en la RDC, este fenómeno de “percolación del peligro” adquiere mayor relevancia cuando, desde su vecina Ruanda, el crimen y el terrorismo se convierten en instrumentos de la política exterior de Kigali.

El régimen de Paul Kagame ha desplegado una serie de operaciones militares híbridas contra Kinshasa. La toma de ciudades, el desplazamiento forzado, las violaciones sistemáticas de mujeres, el reclutamiento de menores y la violencia generalizada se han convertido en un paisaje habitual. El conflicto más sangriento del siglo XXI, al menos hasta ahora, no ocurre en Europa, sino en la RDC, donde se calcula que hay más fosas comunes que casas en pie. Las cifras de muertos superan las de conflictos recientes en Ucrania, Irak, Siria y Gaza.

Informes oficiales de la ONU confirman que Ruanda es el principal patrocinador del grupo M23, que recientemente ha tomado el control de Bukavu, la segunda ciudad más grande del este de la RDC. Este grupo no solo ha asumido el control administrativo de la ciudad y el territorio, incluyendo el aeropuerto, sino que también ha ejercido violencia extrema, particularmente contra las mujeres. En otras palabras, Ruanda está invadiendo la RDC, y Kagame parece confiar en que esta acción tendrá pocos costos geopolíticos a mediano plazo. Las potencias globales están ocupadas con asuntos existenciales dentro de sus propias fronteras, mientras que África se encamina hacia una desintegración del orden regional. Este escenario podría desencadenar una guerra mundial africana, como se ha advertido en alguna columna. Ruanda, con aproximadamente 14 millones de habitantes, busca apoderarse de un país de más de 110 millones. Esto es posible gracias a la riqueza mineral y de recursos naturales de la RDC, considerada el “Silicon Valley de los grupos armados no estatales”.

Eso trae consigo algunas líneas de análisis que pueden funcionar para explicar, entre otras, lo que ocurre y no sucede. En primer lugar, la RDC se está convirtiendo en una república criminal, capturada por estructuras insurgentes. Al menos 100 grupos armados operan en el país, el 96 % de los cuales se concentran en la frontera con Ruanda. Estos grupos no solo controlan territorios, sino que también administran justicia, seguridad, extraen recursos y regulan las relaciones civiles. En segundo lugar, la RDC parece un Estado fantasma: aunque conserva sus fronteras, queda el espectro de su débil institucionalidad. En tercer lugar, los señores de la guerra han dinamizado las relaciones políticas y criminales, como si la inercia de la Gran Guerra Africana continuara filtrándose a través de las porosas y agrietadas estructuras regionales. En cuarto lugar, con una esperanza de vida de apenas 58 años, la RDC carece de un ejército capaz de garantizar la seguridad nacional. Finalmente, todo indica que los regímenes autocráticos están viviendo su edad de oro: invaden a través de grupos criminales sin enfrentar consecuencias significativas por sus acciones.

Este panorama sugiere que la percolación del mundo actual también tiene graves filtraciones en África. El mundo está percolado, y, como las leyes de la física, este fenómeno tiende a ser simple, universal y estable. En otras palabras, la percolación del mundo refleja el estado actual de nuestro sistema global: frágil, con peligros estables y propenso al colapso.

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César Niño

Por César Niño

Profesor de Relaciones Internacionales.@cesarnino4
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Rosdel(57807)04 de marzo de 2025 - 02:44 a. m.
El mundo! Tristeza y tristeza por donde se mire…el ser humano y entre más poderoso, tiene mayores ambiciones, su ambición no tiene fondo ni límites, no tiene humanismo ni caridad!!!
jairo sanchez(20827)03 de marzo de 2025 - 05:45 p. m.
y análisis. Viví en Goma hasta 2008 y conozco más o menos la región.
jairo sanchez(20827)03 de marzo de 2025 - 05:44 p. m.
Un poco catastrófista y exagerada las dos exposiciones (columnas) que le he leído al profesor Niño. La injerencia de Ruanda en la región de los grandes lagos de la RDC viene desde finales del siglo XX, no es tan reciente como lo da a entender con la invasión y control a través del M23. No veo cómo podría darse la guerra africana, cuando cada región está concentrada en sus problemas. No sé de dónde saca los 110 millones de hab. cuando en 2006 eran 63. En fin, muchas dudas me dejan sus datos
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