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Una guerra mundial africana, pero el mundo aún no lo sabe

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César Niño
11 de febrero de 2025 - 06:27 p. m.
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Como si las catástrofes globales, las crisis humanitarias y la recesión geopolítica no fueran suficientes, en la República Democrática del Congo está ocurriendo una extensión del conflicto que sacudió a Ruanda y produjo un genocidio en 1994. En esta ocasión, el epicentro es Goma, ciudad tomada por el grupo Movimiento 23 de Marzo (M23), conformado por miembros de la etnia tutsi y respaldado por el gobierno ruandés.

Desde enero de 2025, se han reportado 3.000 personas heridas, y el suministro de sangre en los hospitales de Goma se agota tan rápido como las balas arrebatan vidas. Se está gestando una tragedia: el M23 busca controlar Goma debido a sus recursos naturales, compartidos con Ruanda, que a su vez negocia minerales con corporaciones privadas, milicias locales y regímenes autoritarios para aplicaciones militares y ventajas estratégicas. El M23 es solo uno de los cien grupos armados que cogobiernan la región, dependiendo de los recursos naturales para financiar sus operaciones criminales. Muchos de estos grupos, como el M23, cuentan con el apoyo de gobiernos tanto continentales como extrarregionales, interesados en mantener la inestabilidad en la zona. Existen actores proxy (delegados) que operan como enviados de estos gobiernos, haciendo que el conflicto se asemeje a una guerra mundial africana.

Según la ONU, Ruanda emplea al M23 para controlar y extraer recursos, además de mantener una presencia estratégica en el territorio, cuyas raíces históricas se remontan al genocidio de 1994. El régimen de Paul Kagame y su ejército colaboran activamente con el M23 en suelo congoleño. En esta ocasión, la crisis ha trascendido el enfrentamiento armado y se ha agravado por la escasez de suministros de sangre en Goma. La paradoja es cruel: hay litros de sangre derramada en las calles, pero no en los bancos de los hospitales. Para agravar la situación, el M23 anunció un alto el fuego por razones humanitarias, solo para revocarlo al día siguiente. Ruanda justifica su intervención en la región argumentando la protección de los tutsis y la lucha contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), conformadas por hutus que operan en territorio congoleño.

Los esfuerzos regionales para contener la violencia han sido ineficaces. Angola intentó organizar una cumbre de paz en diciembre de 2024, pero fue suspendida. Kenia convocó una cumbre extraordinaria de la Comunidad de África del Este para abordar la crisis, sin lograr repercusión. Desde finales de 2023, la Comunidad de Desarrollo de África Austral combate al M23, mientras que la misión de la ONU en el Congo (MONUSCO) apoya al ejército congoleño para frenar el avance rebelde, aunque sin logros estratégicos ni operacionales significativos.

Goma debería estar en los titulares de los principales medios de comunicación y en el centro de los análisis de los tanques de pensamiento más influyentes. La crisis abarca dimensiones humanitarias, violaciones masivas de derechos y amenazas a la seguridad internacional, siendo además una pieza de una guerra mundial africana. Sin embargo, la diplomacia no ha producido resultados tangibles, y la situación podría escalar peligrosamente. Las potencias parecen indiferentes; no hay pronunciamientos concretos de las cancillerías latinoamericanas, ni siquiera de aquellos gobiernos que presumen de defensores de la vida. Es una guerra mundial africana, pero el mundo aún no lo sabe.

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César Niño

Por César Niño

Profesor de Relaciones Internacionales.@cesarnino4
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Ana Rocio Martinez(nvian)16 de febrero de 2025 - 02:40 p. m.
A las grandes potencias no les interesa Africa pues ya sacan de ahi lo que necesitan todo el tiempo, hay un descontrol en las enfermedades, natalidad, fuentes de trabajo , hay africanos riquísimos que necesitan ese desorden para seguir rigiendo su patio.
bernardo(19305)12 de febrero de 2025 - 03:28 a. m.
Hay un país en Suramérica con una situación parecida. Decenas de pandillas armados hasta los dientes disputándose cultivos y minas, apoderándose de territorios protegidos por un gobierno vecino y masacrando civiles y secuestrando niños.... adivine adivinador.
Carlina(32547)12 de febrero de 2025 - 02:18 a. m.
Esto es lo primero que leo en meses sobre África en este periódico. En cambio, docenas de notas sobre mascotas y plantas domésticas...
Felipe(94028)12 de febrero de 2025 - 01:46 a. m.
China podría acabar en dos días con las guerras en su patio trasero, que es África. Si no lo hace es porque no le interesa, del mismo modo que, con su gran experiencia en control de natalidad, no quiere detener la desbocada paridera, cada nigeriana tiene 5,2 hijos en promedio, y si África duplicó su población en 30 años, volverá a duplicarla antes de 2045.
Felipe(94028)12 de febrero de 2025 - 01:31 a. m.
Hace décadas que la potencia hegemónica en África es China, la que explota sus recursos y se lleva el beneficio, quitando y poniendo gobiernos a su antojo con la eficaz colaboración sicarial de Rusia.
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