Publicidad

Zapatero a tus zapatos

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Ciudades invisibles
20 de enero de 2012 - 10:18 p. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La Empresa de Renovación Urbana —ERU— le asignó a la Escuela Taller de Bogotá la construcción del Centro Cultural España.

La escuela es una fundación que busca “formar a jóvenes con alto riesgo social en oficios tan diversos como albañilería, carpintería, cantería, forja, pintura, cerámica, jardinería, instalaciones y otros... Entre los proyectos en marcha de la fundación se encuentran la apertura de una panadería y un restaurante, ubicados en las mismas sedes donde se imparte la formación”. Se trata de una entidad para el desarrollo de las artes y oficios. No es una firma de construcción, ni tiene con qué, ni con quién, ni porqué, responder por un contrato como el del Centro Cultural España. A menos que lo subcontrate, con las consecuencias ya conocidas en el llamado carrusel de la contratación: que todo cuesta y se demora más de la cuenta.

Una semana antes de entregar el cargo, la gerente de la ERU, Katya González, presentó un balance de su gestión en una entrevista con El Tiempo. La primera parte del informe trae algunas cifras: “de 128 hallazgos e irregularidades administrativas, sólo quedan tres por corregir... había 138 contratos sin liquidar y ya no queda ninguno pendiente... nuestra ejecución terminará, el 31 de diciembre, en el 94 por ciento”. El balance también anuncia que la ERU “no adjudicará el polémico centro comercial de San Victorino porque el alcalde electo así lo pidió”. Por último, nos da la primicia de que la ERU no construiría el Centro Cultural España porque “nosotros no somos constructores”. Lo construirá, en cambio, “la fundación Escuela Taller de Bogotá, que es una entidad seria”.

Recordemos que quien reclama tanta eficiencia como gerente de la ERU es, a la vez, la arquitecta del edificio de Fedegán en Teusaquillo. Una obra sellada dos veces por la Alcaldía de la localidad, precisamente por alterar las medidas, en metros, en un sector patrimonial en el que los centímetros son preciosos. En cuanto a la gentileza de no adjudicar el centro comercial de San Victorino, me parece evidente que la gerente saliente busca anticiparse a las investigaciones que presiente venir. Y en cuanto a la denominación del contratista para la construcción del Centro Cultural España, me asombra que para sustentar la selección del contratista escoja calificar a la escuela taller como una entidad “seria”, en lugar de una entidad “competente”.

Juan Luis Rodríguez.

Conoce más

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.