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“Nadie sabe escuchar / cómo suena por dentro / una palabra. / En silencio lo adivino. / A veces atrapa el rostro que tuvimos / entiende los ojos que miramos / y a veces nos deja aliento a algunos. / Perder nos sucede a todos / a la vida le ganamos / como los vientos sobre piedras que nadie mira”. Fragmento de Los pensamientos, Giovanny Gómez.
“Giovanny era un hombre hecho de ternura”, me dijo el escritor mexicano Guillermo Arriaga el sábado pasado cuando le conté que nuestro amigo había fallecido como consecuencia del COVID-19. Estaba profundamente conmovido, al igual que muchísimas personas que expresaron a través de distintos medios su desconcierto y tristeza.
Era fácil querer a Giovanny porque tan noble era su corazón como sabio su pensamiento. Esas dos condiciones, expresadas siempre a través de una voz bondadosa, resultaban irresistibles para otros poetas como él, amigos, novelistas, editores, libreros, cineastas y otros ciudadanos que lo conocieron en los distintos encuentros culturales que lideró.
Giovanny Gómez era el director de la revista de poesía Luna de Locos y quien jalonaba el Festival Internacional de Poesía de Pereira y la Feria Paisaje, Café y Libro, esta última siempre apoyada por su equipo de la Cámara de Comercio de Pereira. Publicó y fue premiado por los libros Casa de humo y Lo invisible, y fue parte de varias antologías nacionales e internacionales de poesía. El último viaje que hizo fue a Moscú, Rusia, en noviembre de 2019, invitado por los organizadores del XI Festival Internacional Bienal de Poetas de esa capital.
Mi amigo tenía las historias más asombrosas de libros y escritores, y fue gracias a eso que leí autores que no estaban en mi radar y también llegué a la librería Roma en el centro de Pereira. Eran inagotables sus ideas y profundas su pasión y convicción por la cultura como un camino para transformar nuestra sociedad, y eso lo demostró cada año con los preparativos y la puesta en escena de las ferias a su cargo, la reactivación de la sala de cine de la Cámara y luego el autocine que durante la pandemia puso a disposición de los ciudadanos en ExpoFuturo.
Con Giovanny conocí un chuzo genial para comer pollito asado y las tiendas escondidas para tomar café; el sueño de publicar su próxima novela, el amor infinito por su esposa, Diana, y sus hijos, Luciana y Juan Felipe; el cariño especial por el escritor William Ospina y el director de cine Víctor Gaviria, y la lealtad a prueba de balas por sus amigos.
“Nadie sabe escuchar cómo suena por dentro una palabra”… me dio tantas vueltas esa frase del poema que cito al inicio, que decidí escoger las palabras muerte y amigo para pensar cómo suenan por dentro, pero por dentro de mí. Y mi conclusión es que unidas como la muerte de un amigo suenan a un hondo hueco, como esos que parecieran no tener suelo, donde cualquier cosa cae y es tan larga la distancia que dan la sensación del sin fin.
Eso es tu muerte, amigo: un hueco con una sensación de dolorosa orfandad. La muerte ganó esta vez, pero tu vida se impondrá de muchas maneras. Te querré siempre. Te extrañaré siempre.
* Periodista. @ClaMoralesM
