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El país del apocalipsis

Claudia Morales
07 de mayo de 2021 - 03:00 a. m.

Presento mi solidaridad con las familias de los manifestantes desaparecidos y asesinados durante las protestas, con la del policía asesinado y las de los que han resultado heridos.

Ese saludo de condolencia con seguridad irritará a más de un lector y me hará merecedora de insultos: lo que algunos esperan es que condene una versión de la violencia y celebre la otra porque su espectro extremista no permite reflexionar sin el tufillo del fanatismo.

En Manual de tolerancia, Héctor Abad Gómez afirmó: “El mundo sufre todavía y tendrá que seguir sufriendo las consecuencias de los que creen siempre que tienen la razón. Ellos han conducido al mundo a las grandes guerras y a los grandes sacrificios”. Eran las ideas, vigentes siempre, de un hombre que fue asesinado justamente por defender el libre pensamiento.

Cierto es que la violencia de los integrantes del Estado tiene consecuencias mayores frente a la que ejercen los cobardes encapuchados. No se pueden hacer allí falsas equivalencias. Pero aferrarse a ese argumento para no sentir asco por igual cuando intentan quemar a unos policías en un CAI o cuando vemos a unos jóvenes alrededor de las velas recibir tiros de la Fuerza Pública sólo nos conduce a la degradación humana.

Se entiende el apocalipsis como el fin del mundo, con ciertos matices dependiendo de la interpretación en cada creencia. Si a esa idea única nos apegáramos, fácil sería decir que Colombia es el país del apocalipsis: llevamos 15 días con un promedio de 450 muertos por COVID-19, llegando a los 76.000 en total; más de una semana con el país en paro y con sus dramáticas consecuencias no resueltas; una vida entera enterrando jóvenes humildes de las fuerzas legales y de las ilegales por una guerra patrocinada desde el poder; viendo cómo cada vez hay más desempleo, pobres y por ende más hambre… sí, es la imagen de la destrucción total.

Contribuye a esa impresión de caos sin retorno tener un presidente ausente, manipulado y perdido entre las teorías nazis que admite seguir su partido político. Quien gobierna no es él y eso hace más problemática una salida sensata. Paralelo a esa realidad de la Casa de Nariño, no creemos en los organismos de control, el Congreso es un órgano cada vez más pestilente y no son claros los liderazgos para guiar este momento y que puedan convertirse en referentes para las próximas elecciones.

Estamos desamparados.

Rescato unos fragmentos de un artículo de la periodista Elizabeth Días en The New York Times (3/4/2020) sobre las religiones y la idea del fin del mundo: “En la tradición budista, el apocalipsis llega como resultado del karma colectivo —las acciones de unos hacia otros y hacia el mundo—. Es como una advertencia para cambiar el rumbo de las acciones, para traer de vuelta la compasión, para desarrollar igualdad social”. Añadió en esa misma nota Vesna Wallace, profesora de budismo de la Universidad de California en Santa Bárbara: “El apocalipsis sucede y luego comienza un nuevo orden social y moral”.

Si en algo me gustaría creer sería en esa mirada del budismo, la misma por la que luchó el profesor Abad Gómez y por la que ondean las banderas quienes protestan pacíficamente. “Si no fuera por aquellos que en un momento dado de la historia fueron capaces de pensar distinto a lo que piensa el rebaño, la humanidad estaría todavía en la edad de las cavernas”, afirmó el filósofo Erich Fromm.

No es negociable callarnos, no queremos ser rebaños. Entonces, ¿seremos capaces, como dice Wallace, de transformarnos como sociedad?

@ClaMoralesM

* Periodista.

 

Helena(32726)07 de mayo de 2021 - 04:32 p. m.
Me alegra el corazón leer algo como este escrito, que bien expresado el sentir de tantos que no logramos alegrarnos por la violencia de uno o de otros y nos duelen las muertes de los dos bandos. Felicitaciones Claudia.
Juan(82042)08 de mayo de 2021 - 12:28 a. m.
Timorata, y además entupida. por favor cuénta?
Jota(18886)07 de mayo de 2021 - 08:40 p. m.
En esta sin razon es decepcionante como la oligarquía recluta a la.mitad de pobres para que maten a la otra mitad de la misma condición social, el resto de pobres , pais de dirigentes miserables.
CHARLIE(21367)07 de mayo de 2021 - 08:07 p. m.
De ahí el dicho dolorosamente cierto..."LAS GUERRAS PURIFICAN".
  • Mar(60274)07 de mayo de 2021 - 09:26 p. m.
    Sacan a los dictadores de circulación.
luis(89686)07 de mayo de 2021 - 04:24 p. m.
Cambiarle el pensamiento filosofo-político al eteno y a sus áulicos es un imposible. Hay es que derrotarlos en 2022. Yo voto por Petro.
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