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En qué clase de país queremos vivir

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Claudia Morales
19 de mayo de 2023 - 02:05 a. m.
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Han pasado 164 años desde que Charles Darwin publicó su libro El origen de las especies y 165 años desde que él y su colega Alfred Wallace compartieran con el mundo la teoría de la selección natural y con ella la explicación de la evolución.

En 2023, ¿qué tanto entendemos los humanos sobre nuestra evolución, la de las otras especies que integran el ecosistema y el impacto de nuestras acciones en la Tierra? Poco, sería la conclusión, al margen, por ejemplo, del trabajo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) o la que proponen activistas ambientales como Greta Thunberg, David Attenborough y Jane Goodall.

Poco, también, si se hace una observación de las políticas públicas en materia de medio ambiente en países emergentes como Colombia. Políticos y empresarios nos muestran la nula conciencia de la destrucción de los manglares y el Amazonas, de los proyectos de construcción que arrasan con las reservas naturales, de la contaminación de los ríos y por ende de las veredas por las que cruzan sus aguas, de la escasa importancia al reciclaje, de la caza y el contrabando de animales silvestres, solo por ilustrar unos casos.

No somos capaces de ver lo que nos rodea, dónde pisamos, qué consumimos, qué aire respiramos y tampoco pensamos en la salud preventiva ni en un compromiso planetario para democratizar el acceso a un buen vivir. Precisamente por eso es tan importante “Actuar por lo vivo” (“Agir pour le vivant”), un encuentro que nació en Francia en 2020 y que desde el año pasado llegó a Medellín gracias a la gestión de Comfama, una caja de compensación antioqueña que entiende en la conversación y en el debate la posibilidad de sensibilizar a la sociedad sobre cómo vivimos y también sobre el alcance de las culturas regenerativas.

Durante tres días, diversos especialistas compartieron sus conocimientos con los ciudadanos en temas como las economías extractivas, las empresas regenerativas, las experiencias sobre el activismo ciudadano que busca la transformación social, la cosmología de los bosques y las ciudades sanas. En medio de tantos personajes novedosos, dos llamaron mi atención.

Una, Enilda Jiménez, líder ambiental en Urabá y creadora con su familia de la reserva natural Surikí. En el año 1995 el Bloque Bananero mató a su padre y los familiares tuvieron que abandonar su tierra. Los paramilitares responsables del asesinato llegaron a Justicia y Paz, pidieron perdón y restituyeron lo que les habían arrebatado. 25 años después, Enilda y sus 20 hermanos regresaron, encontraron su propiedad convertida en un bosque y así nació la idea de preservar una nueva forma de vida respetando la fauna y la flora que allí nació. Enilda representa la suerte que han tenido miles de colombianos golpeados por la violencia y también es el modelo de un renacimiento desde el que salen las lecciones que necesitamos para aprender a vivir en paz y en armonía con lo que nos rodea.

Otro, Juan Miguel Álvarez, colega periodista y escritor, que lanzó El veneno de los dragones: historias del río al socavón, título 145 de Palabras Rodantes, una publicación gratuita patrocinada por Comfama. El libro lleva cuatro crónicas que ocurren en Río Quito (Chocó), Segovia (Antioquia), (La Mojana (Sucre) y Santurbán (entre Santander y Norte de Santander). Juan Miguel invita a pensar en una materia como la minería de oro, que atraviesa la historia de Colombia, y en los daños que produce en lo ambiental y en la organización social.

“Actuar por lo vivo” abre la posibilidad de responder qué país queremos y deja un llamado de atención para que nos bajemos del pedestal donde vivimos y que equivocadamente nos lleva a pensar que somos seres extraordinarios que no tenemos nada que ver con otras especies y que nuestras acciones no afectan el futuro del planeta.

@ClaMoralesM

* Periodista.

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Cesar(uyih4)20 de mayo de 2023 - 11:12 a. m.
Gracias. Buen llamado de atención. Este tema hay que tratarlo y volverlo a tratar, convertirlo en hacer, cuidar.
diego(83084)20 de mayo de 2023 - 02:04 a. m.
No habrá solución mientras los humanos, por su gran estulticia, siga pensando que es una especie por fuera de la naturaleza, que no hacemos parte de ella.
daniel(84992)19 de mayo de 2023 - 10:34 p. m.
Muchas gracias Claudia por contemplar un tema tan sensible para muchos. Excelente!
daniel(84992)19 de mayo de 2023 - 10:11 p. m.
Visité en durante un tiempo que estuve en otro pais, un museo muy completo, donde aprecié numerosos fósiles de especies extintas hace miles o millones de años por diversas causas, algunas desconocidas . Para el bien de la tierra, estoy seguro que la especie humana no durará los millones de años que duraron los dinosaurios. Despareceremos para fortuna de este agotado mundo, empeñados en consumir hasta la última gota de agua y talar el último árbol. Los.pocos esfuerzos actuales ........
  • daniel(84992)19 de mayo de 2023 - 10:30 p. m.
    Lo siento mucho por mis descendientes. Les dejamos la terrible inercia de una carga muy pesada y con visos de irreparable. Una extinción anunciada. Quizá las cucarachas o lo que sobreviva lo haga mejor. Después de todo, ya sabemos que han vivido aquí millones de años, convivieron con los dinosaurios, soportaron el enfrentamiento con el hombre y por lo visto, allí seguirán. (Basado en una idea de Carl Sagan, El Mundo y sus Demonios)
  • daniel(84992)19 de mayo de 2023 - 10:20 p. m.
    no serán suficientes y nos extinguiremos lastimosamente en pocas generaciones, en medio de una agonía idiota que busca ponerle precio y ganancia a irremplazables recursos vitales. La supina ignorancia y escasa preparación intelectual de los actuales dirigentes mundiales no alcanza a frenar esta loca carrera hacia el abismo. Cumbres, reuniones , concilios, tratados, organizaciones serán el debil parche para tapar cosméticamente el pavoroso juramen infrigido a nuestro frágil mundo....
Eduardo(7668)19 de mayo de 2023 - 06:49 p. m.
En 1959 Cuba tenía el cuarto ingreso per capita de América Latina, únicamente superado por Argentina, Uruguay y Venezuela. Hace 20 años Venezuela era el país más rico de nuestra América. Hoy en día Cuba y Venezuela son países destruidos, empobrecidos y miserables a la par de Haití. Los colombianos están rechazando a Occidente, renegando de la ciencia y los valores liberales (en resumen la civilización) y pidiendo a gritos un regreso al salvajismo, la pobreza y el atraso. ¡Bienvenidos!
  • daniel(84992)19 de mayo de 2023 - 10:42 p. m.
    Si quiere sr. Rovner, comente algo de hace aprox. 100 años. China andaba en taparrabos y alpargatas, sumergida en el régimen feudal que impera actualmente en nuestros lares. Actualmente, si mal no estoy ya no andan en ésas. No es sólo el régimen político. Es Educación, salud, oportunidades, honradez.....
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