Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

La tiranía de la “gente de bien”

Claudia Morales

20 de mayo de 2021 - 10:00 p. m.

¿Hay algo más clasista que la antipática denominación “gente de bien”? ¿Qué es eso? ¿La gente que reza? ¿La que puede ir a universidades costosísimas? ¿La que gana mucha plata? ¿La que cree que tiene sangre pura? ¿La que crea empresa y piensa que tiene el derecho de insultar a quien no logra lo mismo?

PUBLICIDAD

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

¿Qué se supone, entonces, que son las personas que no clasifican en esa descripción distorsionada en la que supuestamente encaja la “gente de bien”?

La Conquista y la Colonia nos dan los elementos para saber a través de quiénes se enquistaron en nuestra tierra la segregación y la humillación como práctica para marginar por raza, credo u orientación sexual. Desde allí se puede tratar de explicar el pensamiento de la médica de Cali, la directora del zoológico de la misma ciudad, maestros en varias universidades, el director de una clínica, los civiles que exhiben sus armas y otros más, que piensan espontáneamente que está bien matar “indios”, “mamertos” y a todo el que no se vista igual, piense igual, gane igual, viva igual.

Una característica de las personas que validan esas ideas —que además de prejuiciosas son violentas— es que están en la orilla política de la derecha, que no es lo mismo que ser conservador, y también se definen como creyentes. Sobre esto consulté la opinión del padre jesuita Vicente Durán Casas, quien afirmó que el comportamiento descrito anteriormente “es lo más anticristiano que hay, va en contra de los principios elementales del cristianismo. Si algo nos enseña Jesucristo es que ningún ser humano debe discriminar a otro”.

Para el padre Vicente, hay una cultura aceptada socialmente de la discriminación que se ve reflejada en personas que “van a misa y luego sacan memes burlándose de los indígenas”. Y añadió: “Creo que la Iglesia se ha prestado para eso, pero también hay que reconocer que mucho ha cambiado. Un ejemplo claro es lo que estamos viendo con el respaldo de varios sacerdotes a la comunidad indígena”.

Read more!

En La tiranía del mérito, del filósofo Michael Sandel, hay algunas citas sobre la sensación de superioridad que la religión les da a quienes tienen conductas tiranas, esos mismos enceguecidos por “la soberbia meritocrática”, que “anima a los triunfadores a creer que están llevando a cabo la obra de Dios y a mirar por encima del hombro a las víctimas de los infortunios por considerarlas culpables de su situación”.

El sociólogo Michael Young, citado en el mismo libro por su escrito El triunfo de la meritocracia, sostuvo que “algunos miembros de la meritocracia están tan impresionados con su propia importancia que han perdido capacidad de empatizar con las personas a quienes gobiernan”. Entra en esta reflexión otro grupo de tiranos que hablan desde el Gobierno, congresistas y miembros de algunos partidos políticos.

¿Y entonces? El padre Vicente nos deja lo siguiente: “Una persona que se dice cristiana es absolutamente incompatible con el hecho de pensar que hay personas buenas y malas y, peor, que se crean parte de las buenas. Jesucristo nos enseña que todos somos hijos de Dios y él se entregó por todos y en particular por los más necesitados, los que necesitan sanar. Creerse sanos y que no necesitan ser curados es el camino más fácil para alejarse de Dios”.

Read more!

Llegó la hora de reconocer en el otro la dignidad que desde distintas orillas se han empeñado en golpear y también de hacer un llamado a revisar la dignidad de aquellos que, contrario a lo que pretenden, lejos están de las instancias morales.

@ClaMoralesM

No ad for you

* Periodista.

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.