Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Trece mujeres sobrevivientes en Tumaco

Claudia Morales

15 de febrero de 2018 - 10:45 p. m.

Trece mujeres, doce de ellas afrocolombianas, residentes en Tumaco, puerto de Nariño, sobrevivientes de la violencia sexual, y una colega y amiga, Jineth Bedoya, también víctima de ese delito, intentan sacudir a la justicia, los medios y a la sociedad en general.

PUBLICIDAD

Esas doce negras hermosas con sonrisas amplias se llaman Sonia María, Laura, Magnolia, Patricia, Dalia, Angélica, María Gleysi, Ruth Belly, Ángela, Maritza, Paola y Luz Dary. En 2016, ellas y otras 120 mujeres fueron identificadas por Jineth a través de su campaña “No es hora de callar”, como víctimas de violencia sexual. Los victimarios son guerrilleros, paramilitares, delincuentes de bandas criminales y un miembro de la Fuerza Pública.

Setenta de esas mujeres nunca habían hablado de su tragedia y menos habían denunciado. Dos razones justificaban ese silencio: el miedo, porque muchos de los violadores están cerca, y la desconfianza en la justicia. Pero lo que también les oí a ellas es que sufrían por la estigmatización. Cuando se incorporaron a la campaña y empezaron a usar las camisetas que las identificaban como víctimas de ese delito miserable, fue claro para sus vecinos que habían sido violadas.

Me cuenta Jineth que salían a caminar por el pueblo y les gritaban “ahí va la violada”, y otra serie de improperios. Entonces sentí rabia porque esas mujeres no sólo padecieron esa discriminación, sino que además ya tenían la carga por ser negras y pobres. No pude evitar pensar que la nuestra es una sociedad con un enorme componente de ignorancia e inhumanidad.

Ahora, prefiero contarles por qué fue maravilloso conocerlas. Parte del trabajo a través de “No es hora de callar” fue enseñarles a contar, primero sus historias de aflicción y luego aquello que las apasiona. Aprendieron a usar su celular como una herramienta de reportería y nos mostraron sus trabajos con el camarón, la pesca y el cacao, nos contaron que algunas son madres comunitarias, peluqueras y mamás orgullosas, una de ellas recordó con su reporte el maremoto de 1979 y otras nos hablaron de la belleza de su tierra, sus paisajes y el talento de los jóvenes.

Read more!

Esas doce mujeres negras y Jineth ahora son capaces de dar amor, se sienten bonitas y alzan su cabeza con dignidad. Le hablan con los argumentos que da un cuerpo que sufrió la peor de las agresiones a esa gente que afirma que hay mujeres que merecen ser violadas —cuando no las tratan de mentirosas—, a una justicia inoperante y a tantos colegas que no han sabido cubrir estos temas.

Cuando usted tenga la tentación de juzgar y sentirse con altura moral por no haber sido violada o violado, recuerde que según Medicina Legal, al día en Colombia, 43 niñas sufren de violencia sexual y el 67 % de esos casos ocurren en su propia casa. El año pasado, hubo 18.147 casos de violencia sexual contra mujeres, el subregistro de las denuncias por ese delito es del 90 % y la impunidad, del 95 %. Si nada de eso le basta, le cuento que según la Fiscalía, de cada 100 mujeres que denuncian, diez terminan en feminicidio. Sólo menciono los casos de niñas y mujeres porque nadie quiere hablar como debe ser de los niños y hombres víctimas.

Mañana pueden ser usted o sus hijos, piense en eso antes de sentirse superior. Mientras tanto, me quedo con la enseñanza de Luz Dary: “No nos arrancaron la vida, y con esta que nos dejaron, podemos hacer muchas cosas”. A esas trece mujeres les doy más abrazos como los que recibí y las contemplo con mi admiración por existir con honorabilidad.

Read more!

* Periodista.

@ClaMoralesM

No ad for you

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.