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Durante las últimas tres semanas, desde el Ministerio de Agricultura hemos socializado la estrategia de reactivación económica y adaptación al clima «Confianza Colombia» y la hemos promovido en diversos escenarios y foros gremiales, como es el caso del Congreso Bananero, la cumbre extraordinaria con la Federación Nacional de Departamentos, el Congreso de Fenavi, el Congreso de Asoleche, la Convención Bancaria y ante el Congreso de la República.
No obstante, subsisten muchas preguntas en torno a la Resolución 124, que fija lineamientos de política pública que ordenan internamente el trabajo del sector, que me permito subsanar.
El contexto en el que se plantea este programa es que Colombia está pasando por un buen momento en el agro. Los últimos resultados del primer trimestre de 2024 fueron alentadores, con un crecimiento en el PIB del 5,5 % global sectorial y 9,3 % en cultivos agrícolas.
Se mantiene la tendencia de recuperación que venía marcándose desde el año anterior y que, a pesar de las sequías de fin del año pasado e inicios del 2024, se mantuvo, con un aumento en el abastecimiento de comida en las principales plazas de mercado del país. Así mismo, las exportaciones van por buen camino y se están reduciendo la inflación en los alimentos y la percepción de inseguridad alimentaria, en regiones que fueron intervenidas mediante programas del Gobierno.
El agro es el eje central de transformación del país, el corazón del programa de gobierno de la Colombia Potencia de la Vida. En consecuencia, por decisión del presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, hemos invertido el presupuesto más grande en la historia en el campo colombiano: $7,7 billones. $4,1 billones ejecutados durante 2023, el 93 % del presupuesto anual, y $ 3,6 billones en lo que va de 2024, correspondientes al 39,3 % del presupuesto sectorial a la fecha.
Este aumento de la capacidad del sector, junto con una política de financiamiento con instrumentos de crédito subsidiados, que han dispuesto en el agro más de 46,3 billones de pesos, sin duda han contribuido a una mejora general del agro.
Viene un año retador en materia climática. Estamos saliendo de las sequías y heladas del llamado fenómeno climático El Niño, a lluvias intensas e inundaciones de La Niña en el segundo semestre, lo cual podrá extenderse hasta la primera parte del año entrante, según el IDEAM.
Ante este panorama, decidimos encender las alertas y proponer a todos los actores del campo que nos alistemos para un escenario similar al que se vivió con La Niña entre 2010 y 2012. El alistamiento que preparamos para El Niño durante el año pasado demostró que, si bien el clima no lo podemos cambiar, sí nos podemos adaptar a él.
Actualmente la agricultura tiene al alcance información, ciencia y tecnologías que permiten soluciones de mitigación y resiliencia, inclusive mediante soluciones basadas en los ecosistemas, buenas prácticas y apoyo a principios de la agricultura familiar campesina y de la agroecología.
Ante los desafíos del clima, lo que tenemos es que avanzar con mayor inversión y con una gestión integral del riesgo agropecuario.
«Confianza Colombia» es la invitación a seguir creyendo en el agro. Hemos destinado más recursos de inversión para el apalancamiento de crédito y lo que queremos es que, desde muchas fuentes, sumemos con el propósito común de irrigar recursos al agro.
La inversión en soluciones de riego y drenaje, en infraestructuras productivas, tecnologías, maquinarias, mejoramiento de semillas, reconversión a actividades de ganadería sostenible, agroindustrialización, entre otros, son determinantes para mantener el crecimiento económico del sector.
Lo anterior en concurrencia con un sistema institucional de implementación de la política de Reforma Agraria Integral, cuyo desarrollo rural está alineado a este propósito de acompañar y proteger a los agricultores, con un Estado socio de la producción nacional y al servicio de los productores del agro.
La dinámica de reactivación del agro colombiano debe continuar ampliándose, por ello el programa «Confianza Colombia» busca que en este segundo semestre la inversión en el sector sea más grande de lo habitual.
En tanto lineamiento de política pública, la Resolución 124 define que la parafiscalidad puede ser una de las fuentes de financiamiento que concurra a la reactivación económica, e instruye al Ministerio de Agricultura para que oriente las inversiones de los fondos hacia el fomento de la asociatividad y la reactivación económica, en beneficio de los productores, lo cual se corresponde con la naturaleza de los fondos.
Vale recordar que estos fondos administran las contribuciones parafiscales que, por definición legal y constitucional, son aportes obligatorios de los productores. Y en consecuencia, recursos públicos que deben destinarse en beneficio propio del sector.
Serán los órganos competentes, en este caso las juntas directivas de cada fondo, en las que también participa el Ministerio de Agricultura, quienes de conformidad con las normas aplicables, podrán implementar estas directrices, desde un gran Acuerdo Nacional en auxilio del agro colombiano.
Los gremios administradores de los fondos comparten con el Gobierno Nacional la urgencia de hacer crecer el sector. Esperamos sus propuestas de reactivación económica en alivio y protección a los productores que representan, para continuar demostrando juntos que el agro es la esperanza que reverdece en nuestro país.
* Ministra de Agricultura.