Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Lecciones de México

Columnista invitada y Marcela Junguito*, PhD

28 de junio de 2025 - 01:51 p. m.

Este año, México ha recibido cerca de 40.000 deportados desde Estados Unidos; más de 5.000 de ellos de otras nacionalidades. El gobierno mexicano anunció que, por razones humanitarias, se les ofrecería atención médica, programas sociales y transporte a sus países. Pero esta no es la primera vez que México da lecciones de hospitalidad ante crisis humanitarias. En 1939, tras la victoria de Franco en la Guerra Civil Española y la caída de la Segunda República, más de 20.000 españoles encontraron en México un refugio y un hogar.

PUBLICIDAD

La Guerra Civil Española (1936–1939) enfrentó a la Segunda República y al ejército sublevado liderado por Franco. Después de ganar la Batalla del Ebro —que cobró unas 40.000 vidas—, los nacionalistas lanzaron un ataque masivo sobre Cataluña. La población comenzó a retirarse hacia la frontera francesa y, para el 9 de febrero de 1939, toda la región estaba bajo control de los ejércitos de Franco. Como consecuencia, casi medio millón de personas huyó hacia Francia a través de Cataluña, dejando a miles de familias separadas y niños huérfanos, muchos de los cuales fueron enviados al extranjero.

Aunque la antigua Unión Soviética y México fueron los dos países que apoyaron oficialmente a la República Española contra los rebeldes, solo México se negó a reconocer la dictadura de Franco durante sus treinta y seis años de gobierno. La convicción del presidente Lázaro Cárdenas de que la Segunda República era el único gobierno legítimo del pueblo español fue solo el comienzo del notable papel que México desempeñaría en las vidas de miles de republicanos españoles forzados a abandonar su país por la guerra.

México asumió la tarea sin precedentes de dar alojamiento a unos 25.000 refugiados españoles en Francia y de reubicar a miles de ellos en territorio mexicano. Otros países latinoamericanos recibieron también refugiados españoles —Chile, República Dominicana, Argentina, Venezuela, Colombia, Cuba—, pero pese a las críticas internas que generaba esa decisión, únicamente México lo hizo desde inicios de la guerra como política de Estado, sin condiciones sobre a quiénes recibía, y ofreció trabajo y la nacionalidad mexicana.

Read more!

Los exiliados llegaron en 1939 en tres famosos barcos: el Sinaia, el Mexique y el Ipanema. El De Grasse llegó a Nueva York con 206 pasajeros, quienes fueron trasladados en tren a México. Luego llegaron otros como el Cuba, el Quanza, el Serpa Pinto y el Nyassa, hasta sumar 24.000 exiliados. Hoy sabemos que esa emigración tuvo un impacto profundo en la vida cultural, educativa y científica del país: La Casa de España —que daría origen a El Colegio de México—, el fortalecimiento del Fondo de Cultura Económica y el avance académico de la UNAM, entre muchos otros aportes.

Entre los exiliados había intelectuales y artistas. Se publicaron tres diarios de a bordo: Sinaia. Diario de la Primera Expedición de Republicanos Españoles a México, Diario del Ipanema y Diario del Mexique. El espíritu con el que viajaban los refugiados a México resuena en estas palabras de la publicación del Sinaia: “Porque México ha de ser la demostración, en el frente del trabajo, de cuanto supimos mantener con honor en los frentes de combate. En la tierra hermana que nos abre sus puertas será nuestro trabajo una nueva etapa de la lucha entre fascismo y cultura, entre progreso y reacción, entre opresión y libertad. México es nuestra próxima trinchera: el trabajo, nuestra arma del momento”.

Read more!

Cuento esta historia, que es infinitamente más larga, fascinante y compleja, porque pese a su importancia sigue siendo ampliamente desconocida. Si bien la adaptación de los exiliados en México no estuvo exenta de dificultades, ese país les proporcionó las condiciones para establecerse, y muchos de ellos se quedaron definitivamente. Hoy vemos en las noticias el lamentable trato que reciben tantos inmigrantes mexicanos y latinos en los Estados Unidos y es justo que sepamos que casi noventa años atrás México hizo lo impensable: oponerse con dignidad a un régimen totalitario y ofrecer una patria a miles de exiliados sin futuro.

* Rectora del Gimnasio Femenino

Por Marcela Junguito*, PhD

Conoce más
Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.