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Carta desde el Chocó: Obnubilados

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Columnista invitado EE: Darío Cújar Couttín*
06 de julio de 2024 - 06:00 p. m.
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Tanta agua ha corrido debajo del puente, tantas historias hemos oído de las propuestas de los gobiernos nacionales para el desarrollo del Chocó, que cada vez que se plantea una “nueva” resulta ser una más de las tantas que se han hecho y ya hemos escuchado, llevándonos a pensar que estamos condenados a vivir en un déjà vu perenne.

Hace 38 años, en el gobierno del presidente Barco, se desarrolló una propuesta que tiene 3 tomos escritos y se llamó “El Pacífico: una nueva dimensión para Colombia”, donde se plantea la Construcción de un Puente Terrestre Interoceánico, P.T.I. para conectar los océanos Atlántico y Pacífico mediante dos superpuertos, uno en el Golfo de Cupica y otro en el Golfo de Urabá (Bahía Candelaria), conectados por ferrocarril y carretera de altas especificaciones, lastimosamente la visión del presidente Barco sobre las posibilidades de desarrollo del país que se lograrían mirando al Pacífico, no tuvo eco en los Planes de Desarrollo formulados en los gobiernos siguientes.

Hace 27 años, durante el gobierno del presidente Samper, se nos prometió, con discurso presidencial frente al río Atrato y con la constitución de una comisión interinstitucional, la construcción del Canal interoceánico por el Chocó; adicionalmente se habló de la Interconexión a 115 Kv, entre el Tres (Turbo – Antioquia), Unguía y Acandí (Chocó), propuesta que duró menos que un suspiro por considerarse inviable ambientalmente por parte del Ministerio del Medio Ambiente, porque la línea transcurría por el parque Nacional Natural Katíos y el área de Manejo Especial del Tapón del Darién, razón por la cual se evaluó la alternativa de construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas.

Hace siete años, en el gobierno del presidente Santos, se anunciaron inversiones de COP 1,5 billones para la construcción en tres años de la hidroeléctrica de Talasa, que por demás fue considerada un proyecto de interés nacional y estratégico (PINE).

Hoy parece que la historia se repite, que el tiempo transcurrido no cuenta y se nos anuncia la construcción de un ferrocarril Cupica – Turbo y la interconexión El Tigre (Chigorodó) - Acandí – Unguía (remember la Licencia ambiental negada en 1997)

Es indudable que el desarrollo del Chocó requiere de la estructuración de políticas de estado para cerrar la brecha que existe en NBI e ICV con el resto del país, que año a año aumenta y que puede, como si se tratara de la separación de las placas tectónicas, hacerse tan grande que logre dividir a Colombia en dos, dejando este pedazo del Pacífico a la deriva tratando de encontrar un puerto seguro.

Pero, si bien es necesaria la inversión en proyectos estructurales, esto no se puede hacer olvidando “coger los mangos bajitos” para garantizar soluciones de corto plazo, a las necesidades que tanto se reclaman, lo cual se podría lograr si se considera:

1. Implementar la estrategia de Comunidades Energéticas estableciendo Asociaciones Públicas Comunitarias (APC), aprovechando la existencia de los territorios colectivos, mediante:

- La construcción de las PCH del río Cutí (1.400 Kw) para Unguía y del río Nati (2.000 Kw) para Acandí, impulsando con ello el desarrollo del Darién considerando las potencialidades en ecoturismo, de exportación de frutas exóticas, madera transformada, carne en canal, etc; hacia el mercado norteamericano.

La recuperación de la PCH de la Vuelta (Lloro – Chocó), que de acuerdo con los estudios de factibilidad efectuados por la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA), puede ser repotenciada para alcanzar capacidad de generación a 7,7 Mw, y conectada al sistema interconectado nacional, habilitando contar con un punto de generación en la cola del sistema, que generaría una mejor confiabilidad y calidad del servicio, la disminución de pérdidas que son asumidas por los usuarios y del costo del peaje por transmisión de energía.

Diseñar y construir el proyecto multipropósito del río La Playa para generar energía y garantizar un servicio de acueducto de largo plazo para la capital Quibdó y poblaciones vecinas.

2. Establecer rutas claras para el desarrollo del potencial en minerales para la Transición Energética (cobre, níquel) y la aplicación del Modelo de Negocio Minero construido de manera conjunta entre el Ministerio de Minas y las comunidades negras.

3. Crear las Zonas Económicas Étnicas con un régimen tributario especial para estimular la inversión privada y el empleo.

4. Dar cumplimiento al acuerdo suscrito en el año 2016 entre el Gobierno Nacional y la sociedad civil representada en el Comité Cívico por la Salvación y Dignidad del Chocó.

5. Diseñar y apropiar los recursos para la conexión vial del centro del Chocó con la costa Pacífica a través de la carretera Ánimas - Nuquí o Beté - Tribugá y con la costa Caribe a través de la Carretera Longitudinal del Atrato (CLA).

Es verdaderamente deprimente ver que el desarrollo o progreso de los otros departamentos en Colombia se cuente en periodos de tiempo normales, 10, 20, 30 años, pero en el caso del Chocó el desarrollo pareciera se tuviera que contar en tiempos geológicos, 500 años o mil años para lograr una mejor calidad de vida, si nos atenemos a las antiguas crónicas de varios pueblos indígenas que hablan de que hace más de 500 años el emperador Inca Tupac Yupanqui visitó las tierras del Chocó.

Para comprobar esto solo basta comparar en 58 años de existencia el desarrollo humano logrado en departamentos como Risaralda y Quindío y el logrado en 77 años en el departamento del Chocó o revisar las propuestas de los gobiernos nacionales durante los últimos 50 años, que se tornaron en la ilusión de un mejor futuro y que nos dejan cada periodo presidencial obnubilados, tan encandilados con los anuncios que hasta pareciera como lo dijera Manzanero que “no importa vivir de ilusiones”; lo cual diría está bien para cosas del amor, pero no para el futuro de una región que debe vivir de realidades y trazar su propio futuro, si no queremos que nuestra descendencia también sea condenada al olvido, estando vivos y cargando con el karma de ser “el olvido que ya somos”.

Hoy la realidad es una sola, el Chocó aún espera el “día de su redención” mirando pasivo cómo la dirigencia del país y a los líderes de la región no le brindan la oportunidad de lograr su desarrollo.

Para evitar seguir obnubilados y poner los pies en la tierra, deberíamos, como lo dijera Karl R. Popper, dejar “de pasar como profetas, y convertirnos en forjadores de nuestro destino. Aprender a hacer las cosas lo mejor posible y a descubrir nuestros errores”.

* Ingeniero de Minas y Metalurgia.

Por Darío Cújar Couttín*

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carlos(23084)07 de julio de 2024 - 01:55 p. m.
Primer paso para iniciar el desarrollo del Choco,sacar del departamento toda la clase dirigente corrupta,su verdadero problema, quitarse el yugo paisa,reclamos contundentes al gobierno central . Por favor no se dejan tratar por más tiempo,como negros incapaces. ( lo escribo así,no porque lo sienta sino porque así lo piensan los gobernantes en Bogotá.) Ah,se me olvidaba,esos malditos urinarcoparamilitares,solo causan ruina.
Usuario(82535)07 de julio de 2024 - 01:29 p. m.
Pero el cambio llegó para quedarse
juan(9371)06 de julio de 2024 - 09:10 p. m.
Por un Chocó digno y al cual se le retribuya todo lo que se le ha explotado y robado la clase dirigente blanca colombiana.
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