Después de las elecciones, en Colombia los comentarios políticos preguntan quién será el próximo presidente.
No me voy a quedar atrás, no para decir quién será el iluminado, sino para abrir un debate sobre quiénes pueden llegar a la silla presidencial.
Germán Vargas Lleras. Está de primero en el partidor. Tiene equipo. Es capaz. Tiene ganas y discurso. Aveces se ve mejor sin tanta “Vicepresidencia” a su lado. El “llamado de atención” a su salud lo debe fortalecer como político y en el aspecto personal superar su dolencias para salir a dar la batalla.
La U. Varios son los llamados y pocos los reales opcionados para entrar en la competencia. Pinzón, Iragorri, Roy, Gina y demás deberían discutir dentro de su partido y tener una opción que convoque y despierte a esa colectividad que suena más por las disputas internas que por iniciativas novedosas. Sería bueno que el creador del partido se diera una “pasadita” por el edificio de los “ñoños y su combo”.
El Partido Liberal. Cada día adquiere más forma la opción de Humberto de la Calle. Sus esfuerzos como “director de orquesta” de la paz le está dando frutos. Sus intervenciones y resultados lo ubican como una “fuerza tranquila” entre los liberales. Solo queda esperar el feliz término del proceso de paz. Lo más importante ahora es que el doctor De la Calle manifieste sus intenciones de ser candidato y que lo va a ser como Liberal. Los otros que se mencionan, Cristo, Velasco, Morales y Simón, están haciendo sus tarea “calladitos”, pero con visión de mediano y largo plazo.
Los goditos. Tienen opciones fuertes y, si se logran poner de acuerdo, podrían consolidarse como una opción “azul fuerte”. Marta Lucía Ramírez fue exitosa en su aspiración anterior. Sin embargo, su ambigüedad entre dos sectores (los conservadores y el uribismo) la puede debilitar frente a las aspiraciones de Mauricio Cárdenas, quien se identifica de manera clara como miembro del Partido Social Conservador colombiano. El actual Minhacienda tiene como reto guardar el manejo responsable de la economía, como lo ha hecho hasta hoy, y salir bien librado de los nubarrones que desde ya vaticinan los entendidos en temas financieros y económicos. Ahhh… y no caer en el lugar común que caracteriza a los potenciales candidatos presidenciales que, previo a su lanzamiento, quieren congraciarse con todo el mundo y olvidan que lo mejor para ser bien recibido por los electores es “hacer la tarea”.
El Polo. Su “oposición selectiva” al gobierno Santos los puede debilitar, más aún luego de las trajinadas campañas sin éxito de esta colectividad en las últimas elecciones. Su mejor exponente (Clara López) suena como nueva ministra de Santos. Les queda el senador Jorge Robledo. Buen legislador. Desafortunadamente, la relación entre el electorado y su perfil nos impide verlo en otro lugar que no sea el parlamento. La reciente experiencia de un excelente congresista y su controvertida gestión como alcalde tiene en alerta a los “robledistas”.
A propósito de Petro, lo veo en campaña; mejor dicho, continúa en modo: transpiración electoral. Tiene discurso y seguidores duros que lo defienden.
Nos queda el Centro Democrático. De entrada pensaríamos en Óscar Iván Zuluaga. Dio la pelea contra el actual presidente de la República. Sin embargo, en épocas recientes se le nota gris y “timorato” en el día a día de los uribistas. Además, se comenta que el expresidente Uribe no olvida que fue por falta de “perrenque” en los últimos días de la elección presidencial que su exministro no le ganó a su otro exministro. Pero, aquí viene lo novedoso, me atrevo a pronosticar desde ya que el elegido de Uribe para el 2018 será su senador, mano derecha y coequipoero más cercano (al menos por ahora), Iván Duque Márquez. Es una muestra más de una de las características a las que el expresdiente Uribe nos tiene acostumbrado: audacia. Siempre que se mete en una empresa política busca pensar diferente e impactar a los colombianos con novedosas ideas. Ya lo hizo con las listas de su partido en las elecciones parlamentarias, donde salió airoso, y lo repitió en las regionales, sobre todo en la capital de la República, donde su movimiento sacó seis curules con gente nueva e interdisciplinaria. Con Duque tiene una opción nueva y joven. Como si quisiera mandar el mensaje de querer permanecer en el presente y en el futuro de sus seguidores con un liderazgo fuerte, serio, estudioso y con vigencia.
pedviveros@hotmail.com
Después de las elecciones, en Colombia los comentarios políticos preguntan quién será el próximo presidente.
No me voy a quedar atrás, no para decir quién será el iluminado, sino para abrir un debate sobre quiénes pueden llegar a la silla presidencial.
Germán Vargas Lleras. Está de primero en el partidor. Tiene equipo. Es capaz. Tiene ganas y discurso. Aveces se ve mejor sin tanta “Vicepresidencia” a su lado. El “llamado de atención” a su salud lo debe fortalecer como político y en el aspecto personal superar su dolencias para salir a dar la batalla.
La U. Varios son los llamados y pocos los reales opcionados para entrar en la competencia. Pinzón, Iragorri, Roy, Gina y demás deberían discutir dentro de su partido y tener una opción que convoque y despierte a esa colectividad que suena más por las disputas internas que por iniciativas novedosas. Sería bueno que el creador del partido se diera una “pasadita” por el edificio de los “ñoños y su combo”.
El Partido Liberal. Cada día adquiere más forma la opción de Humberto de la Calle. Sus esfuerzos como “director de orquesta” de la paz le está dando frutos. Sus intervenciones y resultados lo ubican como una “fuerza tranquila” entre los liberales. Solo queda esperar el feliz término del proceso de paz. Lo más importante ahora es que el doctor De la Calle manifieste sus intenciones de ser candidato y que lo va a ser como Liberal. Los otros que se mencionan, Cristo, Velasco, Morales y Simón, están haciendo sus tarea “calladitos”, pero con visión de mediano y largo plazo.
Los goditos. Tienen opciones fuertes y, si se logran poner de acuerdo, podrían consolidarse como una opción “azul fuerte”. Marta Lucía Ramírez fue exitosa en su aspiración anterior. Sin embargo, su ambigüedad entre dos sectores (los conservadores y el uribismo) la puede debilitar frente a las aspiraciones de Mauricio Cárdenas, quien se identifica de manera clara como miembro del Partido Social Conservador colombiano. El actual Minhacienda tiene como reto guardar el manejo responsable de la economía, como lo ha hecho hasta hoy, y salir bien librado de los nubarrones que desde ya vaticinan los entendidos en temas financieros y económicos. Ahhh… y no caer en el lugar común que caracteriza a los potenciales candidatos presidenciales que, previo a su lanzamiento, quieren congraciarse con todo el mundo y olvidan que lo mejor para ser bien recibido por los electores es “hacer la tarea”.
El Polo. Su “oposición selectiva” al gobierno Santos los puede debilitar, más aún luego de las trajinadas campañas sin éxito de esta colectividad en las últimas elecciones. Su mejor exponente (Clara López) suena como nueva ministra de Santos. Les queda el senador Jorge Robledo. Buen legislador. Desafortunadamente, la relación entre el electorado y su perfil nos impide verlo en otro lugar que no sea el parlamento. La reciente experiencia de un excelente congresista y su controvertida gestión como alcalde tiene en alerta a los “robledistas”.
A propósito de Petro, lo veo en campaña; mejor dicho, continúa en modo: transpiración electoral. Tiene discurso y seguidores duros que lo defienden.
Nos queda el Centro Democrático. De entrada pensaríamos en Óscar Iván Zuluaga. Dio la pelea contra el actual presidente de la República. Sin embargo, en épocas recientes se le nota gris y “timorato” en el día a día de los uribistas. Además, se comenta que el expresidente Uribe no olvida que fue por falta de “perrenque” en los últimos días de la elección presidencial que su exministro no le ganó a su otro exministro. Pero, aquí viene lo novedoso, me atrevo a pronosticar desde ya que el elegido de Uribe para el 2018 será su senador, mano derecha y coequipoero más cercano (al menos por ahora), Iván Duque Márquez. Es una muestra más de una de las características a las que el expresdiente Uribe nos tiene acostumbrado: audacia. Siempre que se mete en una empresa política busca pensar diferente e impactar a los colombianos con novedosas ideas. Ya lo hizo con las listas de su partido en las elecciones parlamentarias, donde salió airoso, y lo repitió en las regionales, sobre todo en la capital de la República, donde su movimiento sacó seis curules con gente nueva e interdisciplinaria. Con Duque tiene una opción nueva y joven. Como si quisiera mandar el mensaje de querer permanecer en el presente y en el futuro de sus seguidores con un liderazgo fuerte, serio, estudioso y con vigencia.
pedviveros@hotmail.com