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De nuevo, no perdamos la humanidad para defender la humanidad

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Columnista invitado EE: Azriel Bibliowicz
14 de octubre de 2025 - 05:05 a. m.
“Si bien manifestarse es un derecho fundamental, otra cosa es atacar a los empresarios colombianos por sus creencias”: Azriel Bibliowicz.
“Si bien manifestarse es un derecho fundamental, otra cosa es atacar a los empresarios colombianos por sus creencias”: Azriel Bibliowicz.
Foto: Carlos Ortega
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Escribo esta columna el 7 de octubre, cuando se cumplen dos años del atroz ataque de Hamás que asesinó a 1.200 personas y secuestró a 251 rehenes y en el que continúan 48 cautivos. Sin duda, fue un evento traumático para Israel, pero la respuesta israelí no se hizo esperar y desató una violencia desproporcionada contra la población civil en Gaza, como nunca se había visto en el Medio Oriente.

La Corte Penal Internacional e importantes juristas judíos como Philippe Sands han calificado lo ocurrido en Gaza como un genocidio, ya que la víctima de este conflicto fue el pueblo palestino.

Sin duda, resulta una de las grandes ironías de la historia que Israel, un país construido a partir de la memoria colectiva de víctimas del Holocausto Nazi y con la que armó su narrativa identitaria como Estado, se transformara, ante el culto a la fuerza, el nacionalismo de un gobierno de ultraderecha, su respuesta despiadada y desproporcionada, en un país de victimarios.

Es doloroso ver la realidad del pueblo gazatí sumido entre ruinas físicas preguntándose sobre cuál será su futuro y el del pueblo israelí entre las ruinas de su narrativa identitaria y el rechazo y animadversión de países que respaldaron su fundación y ahora ponen en duda su apoyo y lo tratan como un país paria.

El nacionalismo religioso que forma parte tanto del corazón de la política de Hamás como del gobierno mesiánico de Netanyahu, donde los absolutos y el fanatismo prevalecen, hacen difícil la resolución del conflicto. Los cantos maximalistas de Hamás “del Mediterráneo al Jordán.” Y los colonos mesiánicos auspiciados por Netanyahu, Itamar Ben-Gvir y Besamel Smotrich, robándose las tierras de los palestinos a nombre del Mesías y la antigua Israel del Rey David, solo revelan como los nacionalismos y fanatismos son la negación permanente del otro.

Y ya que hablo de nacionalismos y de negaciones, permítanme recordar lo sucedido la semana pasada ante las manifestaciones que se llevaron a cabo frente a la sede de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI). Como bien señaló la editorial, tanto de El Tiempo como de El Espectador, si bien manifestarse es un derecho fundamental, otra cosa es atacar a los empresarios colombianos por sus creencias religiosas o políticas. Ser un empresario colombiano de religión judía no lo convierte en ciudadano israelí, como tampoco ser un empresario colombiano de religión católica lo convierte en ciudadano del Estado Vaticano. Al igual que la mayoría de los católicos que viven en países fuera del Vaticano, gran número de judíos habitan en otros países del mundo.

Ahora bien, atacar o estigmatizar a un judío colombiano acusándolo de ser responsable por lo pasa en Gaza resulta tan absurdo como atacar a un israelí acusándolo de ser responsable con lo que sucede en el Catatumbo, Cauca o en otras regiones del país, en donde tantos colombianos han sido desplazados y sometidos a la violencia armada. Sería conveniente no olvidar que nuestra realidad y violencia cotidiana tampoco son ejemplares, y la Paz Total ha sido un total fracaso. Por ello, el título de la editorial de El Espectador del fin de semana fue perfecto: “No perdamos la humanidad para defender la humanidad”.

En últimas, el dilema del Medio Oriente radica en que ninguna de las partes acepta la existencia del otro. Sólo entendiendo que las guerras son patológicas y que ellas perpetúan los ciclos de violencia y venganzas, se vuelve indispensable mirarle el rostro al otro y reconocer su humanidad, como afirmaba el filósofo Emmanuel Levinas. Por ello el dilema, en últimas, es ético.

Por Azriel Bibliowicz

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Mirón(64126)15 de octubre de 2025 - 04:11 p. m.
Raro que un veterano periodista, como el autor de la columna, confunda el editorial (masculino) de un periódico con la editorial (casa periodística, género femenino).
Atenas (06773)14 de octubre de 2025 - 05:48 p. m.
Pues bien, a hoy, señor Azriel, de momento se ha puesto punto final a lo q’ fue obvia retaliación ante el horrendo ataque terrorista de Hamás y la situación está a tiro de paz, algo impensable cuando Netanyahu, desechando sugerencias en sentido contrario, decidió cobrar por ventanilla y doble/ ese cobarde atentado, lo q’ la postre propició q’ toda Palestina y los pueblos árabes dócil/ se avinieran a una acuerdo de paz. De haber agachado la cabeza, Israel estaría hoy en riesgo inminente.Atenas
Olegario (51538)14 de octubre de 2025 - 01:36 p. m.
Los empresarios judíos son libres o no de meterse en los asuntos del Estado de Israel, no se les puede obligar o a condenar lo que hace Netanyahu o a mostrarle su abierto apoyo. Pero los protestantes pro Palestina sí tienen el deber de respetar la propiedad privada y la libertad de conciencia de quienes, o no comparten su ideología o no quieren meterse en política, por más “altruista” que pueda ser el propósito.
Fabio Espinosa(23081)14 de octubre de 2025 - 12:02 p. m.
Por qué los empresarios judíos colombianos no han condenado el GENOCIDIO del pueblo palestino? Qué tristeza que el apoyo masivo a Netanyahu de los judíos en el mundo haya desembocado por un lado en el GENOCIDIO y por otro en el descredito de los judíos . Ya no los reconoceremos como víctimas del holocausto, sino como VICTIMARIOS de los gazatíes.
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)16 de octubre de 2025 - 04:23 p. m.
    ¿Todos los judíos son asesinos? ¿Todos los colombianos son narcos?
  • Mar(60274)15 de octubre de 2025 - 04:51 a. m.
    Eduardo, si Israel está cometiendo un genocidio, no se le puede llamar de otra forma, no se les critica por ser judíos, sino, por asesinos.
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)15 de octubre de 2025 - 03:09 a. m.
    Saltó otra. Narcolombia racista y violenta.
  • Mar(60274)14 de octubre de 2025 - 07:07 p. m.
    Muy cierto Fabio, se convirtieron en los peores victimarios. Y que mala fama le hacen a su religión.
  • Eduardo Sáenz Rovner(7668)14 de octubre de 2025 - 06:07 p. m.
    Saltó otro antisemita...
  • Olegario (51538)14 de octubre de 2025 - 01:31 p. m.
    No lo han condenado porque son empresarios, no políticos. Así de simple.
DONALDO MENDOZA M.(67774)14 de octubre de 2025 - 11:19 a. m.
El dilema se resuelve reconociéndole a Palestina como Estado. Es la única manera de tener ejército y policía, que dejaría fuera de lugar a Hamas y su pares.
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