La demanda que ha anunciado el gerente de EPM contra los diseñadores, interventores y constructores de Hidroituango se basa, por lo menos en el caso de los diseñadores, en un informe del año pasado de Skava, una consultora chileno-noruega, solicitado por EPM para que estudiara la denominada “causa raíz” del accidente de Hidroituango de abril de 2018. Con este anuncio el alcalde de Medellín y su gerente de EPM han generado una crisis interna en la empresa más querida por los antioqueños y, mucho más grave, un incalculable daño reputacional a la ingeniería nacional.
Aquí me propongo únicamente profundizar en la evaluación del informe de Skava, como complemento a mi columna titulada “El informe Skava sobre Hidroituango”, publicada en El Mundo en marzo de 2019.
Antecedentes
El 10 de septiembre de 2010, EPM Hidroeléctrica ltuango S..A.. E.S.P (EPM Ituango) y el IDEA, accionista mayoritario de la Sociedad Hidroeléctrica Ituango S.A (SHI), suscribieron un contrato mediante el cual se definió la estructura para el desarrollo del Proyecto Hidroeléctrico de ltuango (Hidroituango), donde se estableció que el proyecto sería ejecutado por EPM ltuango, sociedad en la cual EPM tendría la mayoría accionaria. En el contrato entre el IDEA y EPM ltuango se acordó que Hidroituango se adelantaría mediante un contrato tipo “BOOMT” (Build - Own - Operate - Maintain -Transfer), por medio del cual EPM se obliga a efectuar las inversiones y actividades que sean necesarias para la financiación, construcción, montaje, operación y mantenimiento de Hidroituango, así como a restituir, a la terminación del contrato, los bienes del proyecto, en los términos y condiciones allí establecidas.
Originalmente Hidroituango estaba concebido para que la obra fuera ejecutada bajo la modalidad de contrato llave en mano, que incluiría el diseño, abastecimiento y construcción de la obra por un constructor calificado que correría con todos los riesgos. Pero EPM, en vez de contratar a un tercero para la construcción del proyecto, asumió la responsabilidad, no sólo del diseño y construcción, sino de la operación de la futura central hidroeléctrica. Es claro, entonces, que el diseñador, el constructor y el operador del proyecto, y por tanto único responsable, es EPM.
El informe de Skava
En primer lugar definamos qué se entiende por un informe de Análisis Causa Raíz (ACR). Un ACR es una metodología estructurada de análisis, utilizada para identificar, por medio de deducción, verificación e investigación, las causas originales de falla de una obra.
“El objetivo de este estudio (”Informe de Estudio de Causa de Raíz Física Proyecto Hidroeléctrico Ituango”) presentado por Skava a EPM en febrero 28 de 2019), es identificar la Causa Raíz Física y Técnica más probable que originó los eventos presentados entre el 28 y 30 de abril de 2018 en la Galería Auxiliar de Desviación (GAD) en el Proyecto Hidroeléctrico Ituango”.
El Análisis de Causa Raíz utilizado por Skava en su informe sobre Hidroituango es una metodología diseñada para un sistema en funcionamiento, no para un proyecto en construcción, como lo es Hidroituango, que, por tener más actores e involucrar más decisiones que el primero de ellos, hacen que su aplicación sea extremadamente compleja.
Un informe de Causa Raíz no puede limitarse, como pretende Skava, a la causa raíz física y técnica radicando la falla sobre sólo uno de los componentes del sistema, lo que apenas explica el evento (el colapso de la GAD). Esto conlleva a omitir la causa raíz humana y la causa raíz latente. Por ejemplo, sería un error suponer que la tragedia de Armero se debió sólo a la avalancha generada por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz, olvidando la responsabilidad que debió recaer sobre los entes gubernamentales que fueron incapaces y/o negligentes en la predicción del desastre.
La causa raíz humana involucra las intervenciones y/o decisiones que contribuyeron a la generación del evento, en otras palabras busca encontrar el error humano. En Hidroituango, además del Consorcio Generación Ituango (CGI), diseñador del proyecto, han participado: la interventoría del proyecto, el Consorcio Constructor CCC, la Junta Directiva de la Sociedad Hidroituango (dueña del proyecto), EPM (responsable y ejecutor del contrato BOOMT), la Anla, la Upme y la Creg.
La causa raíz latente se analiza con base en la coherencia de la información contenida en los documentos existentes ( contratos, diseños aprobados, licencias ambientales otorgadas, cronogramas de ejecución, actas de aprobación de obra, materiales utilizados, etc). Vista en su forma general, la causa raíz latente es una derivación de la causa raíz humana.
Lo que viene
El error metodológico en que incurre Skava en su informe, consistente en creer que todo el valor probatorio radica sólo en el concepto técnico, no en la forma como este se aplica; un concepto técnico mal utilizado puede dar lugar a decisiones inadecuadas.
En primer lugar, el informe de Skava debe considerarse apenas como una hipótesis todavía no verificada, dado que hasta este momento no se tiene acceso directo a la GAD. Por otro aspecto, los diseñadores de Hidroituango con seguridad tienen argumentos muy sólidos para controvertir la probabilidad de que una “falla de diseño”, asumida en el informe de Skava, sea la causa determinante del colapso de la GAD, argumentos que traerán en su defensa, lo que conlleva un largo proceso que dejará el proyecto en un limbo.
En segundo lugar, en el corto periodo de conciliación entre las partes, tres meses, previo a la demanda que anuncia EPM, es altamente improbable que se llegue a un acuerdo, a menos que se logre extender los plazos (Se conocen casos en que una conciliación ha tomado años). Si esta fuese la situación, los riesgos para el proyecto se van a acrecentar ante el posible deterioro de relaciones entre EPM y sus contratistas, que desde ahora trabajarán en un ambiente enrarecido por la disputa.
En tercer lugar no es seguro que los diseñadores e interventores resistan financiera y administrativamente la carga que impone defenderse de una demanda como la que pretende EPM.
En conclusión, cuando se está realizando un Análisis de Causa Raíz se deben colocar sobre la mesa todos los factores físicos, humanos y documentales que involucra el proceso analizado. El estudio permite establecer si el evento se dio por causas propias del proceso, por la toma de decisiones inadecuadas o por falta de documentación coherente. Uno sólo de los elementos, como pretende Skava en su informe a EPM asignando la falla de la GAD a sólo supuestos errores técnicos en el diseño y asesoría del CGI, no puede cargar con toda la responsabilidad de la crisis del accidente y posterior contingencia de Hidroituango.
El debate apenas se inicia, pero es necesario anotar que en sana lógica, para la fijación de responsabilidades por la crisis de Hidroituango se debe exigir, por lo menos, un segundo informe, adicional al de Skava, que analice la causa raíz humana y la causa raíz latente del accidente de abril de 2018.
Fundamentalmente nos interesa la defensa de la ingeniería nacional, ya afectada por el equivocado informe de Skava y por la anunciada demanda de EPM, basada en la utilización de un tan controvertible análisis de causa raíz.
Seguiremos atentos a este debate.
P.S. Para la preparación de este artículo, su autor contó con la asesoría de distinguidos ingenieros ex-altos directivos de EPM, con amplia experiencia nacional e internacional en el manejo de conflictos contractuales en obras de infraestructura.