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James al Cuadrado

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Columnista invitado EE
04 de julio de 2014 - 03:39 a. m.
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Son la mezcla perfecta. Una unión que da resultados y que con el paso de los partidos se hace cada vez más fuerte.

James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado crearon una sociedad que ha potenciado el rendimiento de la selección de Colombia en este Mundial Brasil 2014.

Son talentos complementarios, que juegan el uno en función del otro y tienen la empatía necesaria para elevar el rendimiento del equipo nacional. El técnico José Néstor Pékerman lo sabe y por eso arma a su alrededor una estructura que les permite desplegar todas sus virtudes. El estratega argentino tiene claro que no debe restringirles la libertad.

James Rodríguez es generoso y siempre que llega a posiciones de remate busca la asistencia. Si él está en posición de convertir, lo hace; de lo contrario, prefiere dar el pase. En su actual rendimiento fue fundamental el hecho de haber anotado en el primer partido, fue así como se quitó la presión de encima. Siempre tuvo como objetivo anotar durante el Mundial, ya lo había dicho antes de iniciar el campeonato.

Juan Guillermo Cuadrado, por su parte, se vuelve letal cuando le dan la pelota y le permiten perfilarse con un centímetro de diferencia sobre el rival. Juan Guillermo es impredecible: no hay forma de saber hacia dónde va a salir. A él también hay que rescatarle la valentía, pues a pesar de que todos los adversarios le han pegado sin compasión nunca se ha cansado de encarar.

Cuando estas individualidades rinden en el nivel que rinden James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado es fácil potenciar cualquier estructura táctica. Invitan a creer que el equipo no tiene techo, porque los demás están para cumplir funciones y ellos tienen libertad para moverse y hacer lo que saben hacer.

Sobre el terreno de juego se les ve libres y sin presión. Con responsabilidades, claro, pero es evidente que están disfrutando lo que hacen. No lo van a reconocer, pero seguramente saben en su interior que pueden ser campeones del mundo. Es que cuando un jugador se da cuenta del nivel en el que está tiene la confianza para vencer cualquier obstáculo.

Sí, es verdad, la selección de Brasil le puede ganar a Colombia y puede frenar en seco la ilusión de millones de colombianos. Pero que a nadie le quepa la menor duda: Colombia también tiene con qué derrotar a Brasil.

 

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