Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La paz en Colombia es una aspiración fundacional de la sociedad. Sus procesos son innovadores, patrimonio de su política exterior y prioridad para la comunidad internacional.
Por eso, el consenso de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y el apoyo unánime de la comunidad internacional a los esfuerzos de paz en Colombia representan un enorme activo que debe protegerse. Fue ratificado recientemente en todas las reuniones bilaterales, a raíz de la presentación del informe de la Misión de Verificación de la ONU y la intervención del presidente Gustavo Petro sobre el estado de la implementación del Acuerdo Final de 2016 y la política de Paz Total.
El presidente confirmó la voluntad política del Gobierno para avanzar en la implementación. Su presencia, según los miembros del Consejo de Seguridad, es manifestación sólida de ese compromiso. Como también fue interpretada en el mismo sentido la participación, por primera vez en una sesión, de un representante de los firmantes de paz de las extintas FARC, en cabeza de Diego Tovar.
De manera sincera, el presidente Petro explicó los obstáculos estructurales del funcionamiento del Estado que han impedido la implementación completa y oportuna del acuerdo, así como la necesidad de un plan de choque y de ajustes adicionales para avanzar significativamente.
Cumplir plenamente es la mejor herramienta para desactivar la incidencia de economías y redes ilegales, motor de criminalidad y violencia en la Colombia excluida. Pero requiere de condiciones estructurales, sobre todo en reforma agraria, trasformación de territorios rurales y urbanos y verdad judicial completa. Además de buena articulación del Estado y de medidas institucionales, legales y presupuestales especiales. En eso se sustenta la propuesta de emplear un mecanismo de trámite rápido para aligerar las decisiones legislativas y ejecutivas.
El presidente también vinculó la implementación del Acuerdo a la Paz Total, teniendo en cuenta la labor de la Misión de Verificación en el cese al fuego con el ELN. Es la expresión de un nuevo marco estratégico para implementar el acuerdo y una resignificación del cumplimiento de lo acordado como clave para ejecutar la Paz Total.
A los miembros del Consejo de Seguridad les quedó claro que el Gobierno tiene la convicción de que la paz está vinculada a la transformación rápida y profunda de los territorios excluidos.
Y es en la diversidad territorial donde está en juego la vida y subsistencia de pueblos y comunidades. Por eso, el presidente propuso canjear deuda por acción climática y otros mecanismos de justicia financiera en lo climático y ambiental, que les den a los países la posibilidad de contar con recursos necesarios para invertir en mitigación, adaptación y reparación del daño por cambio climático. Este será un tema central de la próxima COP 16 sobre biodiversidad: necesidad de financiación robusta y efectiva para la paz con la naturaleza.
Esos fueron los ingredientes principales de lo ocurrido en la reunión con el Consejo de Seguridad, que dan la impresión de pasar desapercibidos por una amplia audiencia nacional. Sin duda, la ONU y, sobre todo, el Consejo de Seguridad siguen siendo aliados de la mayor importancia en la búsqueda de la paz aquí, misión incansable que no admite pausas, pero sí ajustes estructurales para transformar los territorios y solucionar las dificultades de fondo que padecen comunidades y pueblos.
* Ministro de Relaciones Exteriores.