La Tierra clama que Hermanos Mayores y Hermanos Menores restauremos la relación

Hoy, 9 de agosto, se celebra el ‘Día Internacional de los Pueblos Indígenas’.

Vangelio Sauna fue el primer indígena Kogi en recibir el título de administrador de empresas en educación superior, formación que le permitirá contribuir con la preservación de su cultura y fortalecer las actividades productivas de su comunidad.

Foto: Cortesía de Vangelio Sauna

En el principio, todos éramos una misma familia compuesta por los ‘Hermanos Mayores’ –los guardianes de la tierra– y los ‘Hermanos Menores’ –el resto de la humanidad–. Ambos sosteníamos una relación de comunidad y trabajo para cuidar unos de otros; sin embargo, los ‘Hermanos Menores’ tomaron la decisión de apartarse, con sus propios intereses, causando destrucción y conflictos, poniendo en riesgo nuestra existencia. Si bien han pasado varios años y la tarea no es sencilla, es el momento de restaurar nuestro vínculo para preservar nuestra esencia y proteger a la ‘Madre Tierra’.

Según la Organización de las Naciones Unidas–ONU, somos en el mundo cerca de 476 millones de indígenas en 90 países. En el caso de Colombia, según el Gobierno Nacional, existen 87 grupos, mientras que la Organización Nacional Indígena de Colombia sostiene que son 102 grupos distintos. Estos, además de contar con una abundante riqueza cultural, preservan conocimientos ancestrales milenarios, cuyo propósito fundamental es el de cuidar entorno y los recursos naturales. Estos ‘saberes’ se convierten en un regalo para la humanidad, recordándonos nuestros antepasados y el legado que dejaremos a las futuras generaciones.

Un obsequio que nos deja la comunidad Kogi –a la que pertenezco– es el principio ‘Zhigoneshi’ (yo te ayudo, tú me ayudas), una convicción que nos motiva a trabajar juntos en búsqueda de un propósito superior. Y es que va más allá de una relación transaccional con intereses particulares, es la creencia de que podemos trabajar juntos para generar un beneficio en nuestro entorno.

A pesar de que vivimos en un mundo con conflictos de todo tipo, quisiera enfocarme en el desafío más importante que tenemos actualmente, por lo menos desde nuestra perspectiva Kogi: la protección de la Tierra y sus recursos. Según la ONU “aproximadamente entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en contextos que las hacen altamente vulnerables a los impactos del cambio climático”.

Colombia es un país referente en el mundo por su riqueza natural y cultural, lo que nos invita a ser más conscientes para su cuidado y preservación. En nuestro caso, la Sierra Nevada de Santa Marta, territorio que habitamos desde hace miles de años, es considerado por nuestra cultura como el “corazón del mundo“ y así mismo ha sido reconocida por la UNESCO como reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad. Nuestra principal actividad productiva es el agro; nuestras tierras producen un fruto que ha traspasado fronteras y ha sido exaltado en todo el mundo por sus propiedades, aroma y sabor: el café.

Es que este alimento, cultivado en la montaña costera más alta del mundo, conserva sus propiedades naturales, está libre de químicos, se ha convertido en nuestra principal actividad económica y lo más importante: es considerada por nosotros, los Kogi, como una “planta mensajera“ que comunica la protección y cuidado del planeta. Sin lugar a duda, el café es un conector que puede restaurar la relación entre los ‘Hermanos Mayores’ y los ‘Hermanos Menores’.

* Vangelio Sauna es miembro y líder Kogi, hijo del mamo y cabildo José de los Santos Sauna, quien se destacó por ser embajador de esta cultura indígena y de sostener relaciones con los gobiernos locales, departamentales y nacionales, así como con organismos internacionales. Tras el deceso de su padre, Vangelio sigue sus pasos para convertirse en mamo. Fue el primer indígena Kogi en recibir el título de administrador de empresas en educación superior, formación que le permitirá contribuir con la preservación de su cultura y fortalecer las actividades productivas de su comunidad.