Publicidad

Libre: una historia de solidaridad y rebeldía

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Columnista invitado EE: Helena Urán Bidegain
29 de diciembre de 2021 - 08:28 p. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La guerra genera una desconfianza que se cuela en todos lados, pero cuando decidimos afrontar nuestro pasado, y crear nuevos espacios para sobreponernos a la realidad que nos ha tocado, también aparecen afectos y nuevas emociones. Estos sentimientos cargados de una extraña forma de felicidad y confianza generan la esperanza: esa mezcla de indignación por un pasado injusto junto con sueños por un mundo mejor y que nos dota de la capacidad de crear un camino alterno aunque unido al ya recorrido.

Un camino que en realidad nunca acaba, sino que se prolonga en memoria, en recuerdo, en relato, como lo dice el bello poema de Saramago. También en música y canción, impulsado por la fuerza de la conexión y la solidaridad mutua, una especie de dínamo de energía en la que los temores se disipan, no hay espacio para la resignación, la soledad ni el hastío; en contraposición a la arrogancia de aquellos de los que se saben en posición de fuerza o de los que decidieron guardar silencio, reproducen la apatía y aparecen como fatigados de la vida.

En una cultura militarista y beligerante, la solidaridad y los afectos se convierten en actos políticos, de rebeldía y de resistencia. Es algo que he sentido que se da aun con más fuerza entre los sobrevivientes de crímenes atroces de Estado. Una reconexión sublime que aparece tras la experiencia de la violencia de arriba a abajo, del sufrimiento, de la pérdida, pero sobre todo que se da entre aquellos que encontraron la forma de salir de lo profundo creando una sensibilidad y manera de sentir la vida que nos transforma y hermana.

Algo que sin duda tiene que ver con que “insistimos en la posibilidad de un mundo estructurado sobre la no violencia; proclamar, incluso, que semejante mundo es factible, aun cuando no encontremos la manera de llegar a él, porque aceptar la violencia del mundo como si fuera lo natural equivale a admitir la derrota y abandonar la tarea de reconocer a todas y cada una de las criaturas vivas como seres dotados de potencial y dotados también de un futuro impredecible que debe ser salvaguardado” tal como lo plantea Judith Butler en su libro Sin Miedo. No hacerlo sería, por tanto, perder la esperanza y aceptar solo el dolor.

Crear a partir de pasados injustos, dolorosos e indignos, reactiva la memoria, resiste el olvido y conlleva a obras como “Libre”, la composición en piano de César López. “Libre” nace a partir de mi relato Mi Vida y el Palacio, que sin que yo lo supiera, contiene una parte de su historia y ahora transita a través de su lectura hasta convertirse en música y recrea parte de mi memoria. Recorridos entremezclados y desde donde imaginamos otros futuros posibles. Su historia en la mía y la mía en la de tantos otros, provocando un espiral en el que parafraseando las palabras del pensador camerunés Achille Mbembe, ponemos la memoria al servicio de la emancipación del dolor y la violencia para saber como vivir lo perdido.

Esta obra de César López empieza en una construcción con el piano, tocando en octava, quinta, onceava, sexta, séptima, (85. nov.6 y 7), fecha del ataque al Palacio de Justicia sobre la que habla esta historia. Prosigue buscando la tonalidad y acumulando tensión, con diferentes cuadros que en el minuto 2:17- 2:27, construyen una gran pausa, pues corresponde a la hora de salida de mi padre del edificio el 7 de noviembre y previo a su ejecución. De ahí surge en la obra un nuevo momento de liberación y una nueva historia de solidaridad y rebeldía.

@HelenaUranBideg

Por Helena Urán Bidegain

Conoce más

 

Alberto(3788)30 de diciembre de 2021 - 09:33 p. m.
Hoy, jueves 30, ya pude escuchar Libre, gracias.
Alberto(3788)30 de diciembre de 2021 - 01:03 a. m.
Bella página, conmueve profundamente. Es una lástima que la obra Libre de César López No se pueda escuchar en Colombia, así lo informa Spotify, esperamos que pronto sea libre, también. Gracias, Helena Urán Bidegain.
Hernando(58851)29 de diciembre de 2021 - 10:54 p. m.
Veo muy difícil, por no decir imposible, salvaguardar un futuro impredecible, por eso el deber de toda persona, es planear su futuro y, para lograrlo, dejar un poquito de nuestra voluntad y fuerzas, para solidarizarnos con todo el mundo, a nuestro alrededor, para que ese logro, sea común.
PEDRO(90741)29 de diciembre de 2021 - 09:11 p. m.
Cuenta regresiva: faltan 221 días para que termine este fantoche gobierno. El país necesita parlamentarios sin manchas en su hoja de vida y que apuesten por hacer política desde el congreso.
  • DAVID(rv2v4)30 de diciembre de 2021 - 12:00 p. m.
    Paciencia hombre Petro, que lo más importante está en proteger la esperanza y en afianzar el destino con resistencia, pues, a como están las cosas: En la primera de votaciones, sea antes de los 221 días, veremos las cúpulas de tan tamaña cosa.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.