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México está cometiendo un error

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Columnista invitado EE: Martín Sánchez*
26 de diciembre de 2025 - 05:05 a. m.
“Los aranceles no mejoran la balanza comercial. Aunque pueden reducir las importaciones, también reducen las exportaciones”: Martín Sánchez*
“Los aranceles no mejoran la balanza comercial. Aunque pueden reducir las importaciones, también reducen las exportaciones”: Martín Sánchez*
Foto: EFE - Cámara de Diputados
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La Cámara de Diputados de México aprobó aranceles hasta del 50 % a las importaciones chinas en productos como autopartes, textiles, muebles, plásticos, acero y aluminio. Aunque la medida ha sido vista como un guiño a Estados Unidos ante sus recientes amenazas comerciales, el gobierno mexicano argumenta que su objetivo es impulsar la industria nacional, por un lado, y reducir el déficit comercial, por el otro. No obstante, este no parece el instrumento adecuado para alcanzar estos objetivos. Además, podría reducir la efectividad de otras iniciativas como el Plan México.

En primer lugar, las tres principales exportaciones de este país dependen, en promedio, en un 25,3 % de insumos provenientes de China. Dado que los aranceles sobre las importaciones reducen el crecimiento de las exportaciones al encarecer los insumos que se usan en la producción de bienes exportables, obstaculiza el acceso a insumos clave y deteriora la capacidad exportadora.

En segundo lugar, los aranceles, en general, reducen el crecimiento económico, puesto que al tener insumos importados más costosos o insumos nacionales de igual costo pero peores, cae la productividad laboral.

En tercer lugar, los aranceles no mejoran la balanza comercial. Aunque pueden reducir las importaciones, también reducen las exportaciones. El resultado neto es que el déficit comercial permanece prácticamente sin cambios.

Por otra parte, China –que tiene mayor poder de negociación al ser el principal proveedor global de bienes intermedios– puede responder con sus propios aranceles o barreras, lo que aumentaría los efectos negativos sobre las exportaciones mexicanas.

Finalmente, ya que las mujeres representan una mayor proporción del empleo en las empresas exportadoras que en las no exportadoras, un peor desempeño del sector exportador también puede empeorar la igualdad de género en múltiples aspectos.

La literatura reciente en comercio internacional es clara al respecto: los aranceles difícilmente cumplirán con los objetivos planteados por el gobierno. En una economía particularmente dependiente de insumos chinos para sus principales sectores exportadores, los aranceles operan más como un impuesto a la producción que como una herramienta de política industrial. Por ello, la medida no solo resulta inefectiva, sino también potencialmente contraproducente para el desempeño económico del país. La política arancelaria óptima, entonces, debe tener en cuenta tanto el contenido extranjero incorporado en las exportaciones como el contenido doméstico incorporado en las importaciones para favorecer realmente a la industria nacional.

*Economista de la Universidad Nacional de Colombia.

Por Martín Sánchez*

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