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No es verdad que Bogotá haya avanzado en todos sus frentes, como lo señaló el Consejo Gremial. El más reciente informe de Bogotá Cómo Vamos dice, contundentemente, "Bogotá había venido teniendo avances significativos en la reducción tanto de la pobreza monetaria como de la pobreza multidimensional en la última década, sin embargo, por primera vez en cinco años, en 2016 se registró un incremento de dichos índices en más de un punto porcentual". Entonces, ¿qué es lo que pretende el Consejo Gremial, con su respaldo ciego a Peñalosa?
Si hay algo en lo que Bogotá avanzó en la última década fue en combatir la pobreza, más de 1 millón de bogotanos salieron de la pobreza multidimensional. Ahora bien, Bogotá Cómo Vamos señala el deterioro de los indicadores de pobreza multidimensional que ha significado 100 mil nuevos pobres en la ciudad de Bogotá en el 2016 como lo registró el DANE.
No nos engañemos, las ciudades que avanzan en el mundo de hoy son las que combaten la pobreza. Bogotá, bajo la administración de Enrique Peñalosa, retrocede. Y así se lo advertí a la administración el día de la aprobación del Plan de Desarrollo en el Concejo de Bogotá. Mientras en el 2015 el 83% del presupuesto estaba reservado para inversión social, el plan de Peñalosa lo reduce y destina el 56 % del total de los recursos de Bogotá a Transmilenio, presupuesto que además estaba desfinanciado en 28 billones de pesos. En aquel momento dije "el choque de dos modelos, democracia urbana versus democracia social".
Habla el Consejo Gremial, de que Peñalosa pone la casa en orden y tampoco es cierto. La Personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda, acaba de abrir investigación disciplinaria al Secretario de Salud de Bogotá por el caos de la reorganización de la salud sin estudios, y la sobreocupación que ha generado muertos por falta de ambulancias y de insumos como valientemente lo denunció la personera de Bogotá.
Como si fuera poco, la Cámara Colombiana de Infraestructura avala el proyecto metro elevado, motivada más por posiciones políticas que técnicas. Mientras los gremios a la Bogotá Humana le ponían la lupa hoy ven los despropósitos de Peñalosa con gafas de cuero. Eso no es transparente, sin embargo, lo apoyan.
Las declaraciones del Concejo Gremial y la Cámara Colombiana de Infraestructura, en un apoyo ciego a Enrique Peñalosa, no contribuyen al desarrollo de Bogotá. Y están motivadas en intereses de negocios particulares, más que en el bienestar de los ciudadanos. Las conclusiones de Bogotá Cómo Vamos son contundentes; la insatisfacción con la administración Peñalosa se registra en las encuestas y es conocida por todos.
La encuesta de la Red de Ciudades Cómo Vamos 2016 establece que el alcalde Peñalosa tiene un 22 % de favorabilidad, siendo el peor calificado de todos los alcaldes de las ciudades capitales de Colombia. Entonces, ¿qué modelo de ciudad están respaldando los gremios? Están en todo su derecho de apoyar al alcalde Enrique Peñalosa pero que digan abiertamente que lo respaldan sin importar el descontento de los bogotanos y el desplome de los indicadores sociales. Lo que es inaceptable es que inventen que Bogotá va por buen camino.
*Holman Morris, concejal de Bogotá del Partido Progresistas
