"Conmovido" por el caso de Carlos Ferro se declaró el fiscal general (e) Jorge Perdomo, quien reconoció en Blu radio que en medio del escándalo llamó al exsenador, lo felicitó y le dijo que, a partir de ese momento, “Colombia era más democrática y más liberal”.
Por: Vicky Dávila, especial para El Espectador
Ese fiscal “conmovido” fue el que, horas antes de abandonar el cargo, dejó en el ambiente por medio de una entrevista radial que la comunidad del anillo no existió y que jamás hubo chuzadas a periodistas.
¿Cuál era el afán de Perdomo de sacar conclusiones, si las investigaciones no han terminado? Claramente debió declararse impedido por ser un “admirador” de Ferro. Cuando Perdomo hizo la llamada, la Procuraduría acababa de anunciar públicamente que enviaría a la Fiscalía el video del excongresita con el capitán Ányelo Palacios y que este “podría ser una pieza clave para esclarecer las posibles relaciones entre la red de prostitución en la Policía y el Congreso”.
¿Podía Perdomo despojarse de su investidura de vicefiscal para llamar a Ferro?
¡Hoy el fiscal saliente habla de un complot contra Palomino y la Policía!
Ahora bien, hasta el primer defensor de Palomino, el ministro Luis Carlos Villegas, reconoció que existió la “comunidad del anillo”. Entonces, ¿qué pasó en la Fiscalía con los desgarradores testimonios de los cinco alféreces que en 2006 denunciaron cómo los acosaron sexualmente algunos superiores y los obligaron a salir de la escuela para ir al Congreso, y cómo les ofrecían dinero y regalos a cambio de sexo? Todos se ratificaron este año.
La muerte hace 10 años de la cadete Lina Zapata, ¿también fue un complot? A ella la mataron, no se suicidó; eso está demostrado científicamente. Su madre asegura que días antes su hija le contó cómo operaba la “comunidad del anillo”.
Por lo demás, sigo creyendo en la esencia de las denuncias del capitán Ányelo sobre la red de prostitución. Así por momentos se haya visto equívoco, ¿saben por qué?, porque en el desespero una víctima puede errar.
El caso del coronel Reynaldo Gómez y la grabación en la que oficiales lo intimidan para que cambie su denuncia de acoso sexual contra Palomino, ¿ también es un complot? ¿Y qué pasó con el posible incremento injustificado del patrimonio del exdirector de la Policía?
Ahora, Perdomo anunció investigaciones formales contra el general Ramírez Calle. Siempre he pensado que si el presidente Santos salió sorpresivamente de su jefe de seguridad y hasta acabó con la oficina en Palacio fue porque descubrió algo muy grave. ¿Por qué no lo denunció?
Si el general Ramírez, hombre de la intimidad del presidente, tuvo algo que ver en este escándalo, que responda, como deben responder todos los que participaron, sea quien sea. Pero eso no anula los indicios graves de posible corrupción contra Palomino y su gente.
No deja de sorprenderme que el fiscal Montealegre haya denunciado que sí chuzaron periodistas desde la Policía y el “conmovido” Perdomo ahora diga que no. Las pruebas son contundentes e irrefutables. El país sabe que soy decente y que solo busqué la verdad con el equipo periodístico. Menos mal la opinión pública no es boba, la gente sabe exactamente lo que pasó.
Finalmente, un funcionario no debe poner su condición por encima de su función; espero que esto no haya sucedido en este caso.
"Conmovido" por el caso de Carlos Ferro se declaró el fiscal general (e) Jorge Perdomo, quien reconoció en Blu radio que en medio del escándalo llamó al exsenador, lo felicitó y le dijo que, a partir de ese momento, “Colombia era más democrática y más liberal”.
Por: Vicky Dávila, especial para El Espectador
Ese fiscal “conmovido” fue el que, horas antes de abandonar el cargo, dejó en el ambiente por medio de una entrevista radial que la comunidad del anillo no existió y que jamás hubo chuzadas a periodistas.
¿Cuál era el afán de Perdomo de sacar conclusiones, si las investigaciones no han terminado? Claramente debió declararse impedido por ser un “admirador” de Ferro. Cuando Perdomo hizo la llamada, la Procuraduría acababa de anunciar públicamente que enviaría a la Fiscalía el video del excongresita con el capitán Ányelo Palacios y que este “podría ser una pieza clave para esclarecer las posibles relaciones entre la red de prostitución en la Policía y el Congreso”.
¿Podía Perdomo despojarse de su investidura de vicefiscal para llamar a Ferro?
¡Hoy el fiscal saliente habla de un complot contra Palomino y la Policía!
Ahora bien, hasta el primer defensor de Palomino, el ministro Luis Carlos Villegas, reconoció que existió la “comunidad del anillo”. Entonces, ¿qué pasó en la Fiscalía con los desgarradores testimonios de los cinco alféreces que en 2006 denunciaron cómo los acosaron sexualmente algunos superiores y los obligaron a salir de la escuela para ir al Congreso, y cómo les ofrecían dinero y regalos a cambio de sexo? Todos se ratificaron este año.
La muerte hace 10 años de la cadete Lina Zapata, ¿también fue un complot? A ella la mataron, no se suicidó; eso está demostrado científicamente. Su madre asegura que días antes su hija le contó cómo operaba la “comunidad del anillo”.
Por lo demás, sigo creyendo en la esencia de las denuncias del capitán Ányelo sobre la red de prostitución. Así por momentos se haya visto equívoco, ¿saben por qué?, porque en el desespero una víctima puede errar.
El caso del coronel Reynaldo Gómez y la grabación en la que oficiales lo intimidan para que cambie su denuncia de acoso sexual contra Palomino, ¿ también es un complot? ¿Y qué pasó con el posible incremento injustificado del patrimonio del exdirector de la Policía?
Ahora, Perdomo anunció investigaciones formales contra el general Ramírez Calle. Siempre he pensado que si el presidente Santos salió sorpresivamente de su jefe de seguridad y hasta acabó con la oficina en Palacio fue porque descubrió algo muy grave. ¿Por qué no lo denunció?
Si el general Ramírez, hombre de la intimidad del presidente, tuvo algo que ver en este escándalo, que responda, como deben responder todos los que participaron, sea quien sea. Pero eso no anula los indicios graves de posible corrupción contra Palomino y su gente.
No deja de sorprenderme que el fiscal Montealegre haya denunciado que sí chuzaron periodistas desde la Policía y el “conmovido” Perdomo ahora diga que no. Las pruebas son contundentes e irrefutables. El país sabe que soy decente y que solo busqué la verdad con el equipo periodístico. Menos mal la opinión pública no es boba, la gente sabe exactamente lo que pasó.
Finalmente, un funcionario no debe poner su condición por encima de su función; espero que esto no haya sucedido en este caso.