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Desde el conocimiento, la investigación y el trabajo permanente por el bienestar de las comunidades, la Asociación Colombiana de Nefrología ha levantado su voz para alertar sobre la incertidumbre que se deriva de la pretendida reforma a la salud, en un escenario donde los riesgos y los fracasos no se contabilizan en dinero sino en vidas.
Le hemos manifestado al Gobierno Nacional nuestras inquietudes sobre un sistema en crisis y nuestra voluntad para contribuir a mejorar su funcionamiento; insistimos en la necesidad de una comunicación fluida para que siga operando, mejore las condiciones en la prestación de los servicios, llegue a las zonas más alejadas de Colombia y alcance una dinámica universal e incluyente.
Es una iniciativa que acoge aspectos positivos de la reforma inicial del gobierno, como el impulso a los Centros de Atención Primaria y la transformación de las EPS en entidades Gestoras de Vida, que en nuestro parecer deben articular y conformar eficientes redes de servicio, con recursos para fortalecer su capacidad administrativa, sin incurrir en situaciones como la llamada integración vertical.
Es importante que, en la reforma a la salud, la nefrología juegue un papel clave. Hoy en Colombia hay 3,5 millones de personas con algún grado de daño renal, 1,5 millones de pacientes reportados en la Cuenta de Alto Costo, 1 millón 100 mil pacientes hipertensos o diabéticos con enfermedad renal crónica, 45 mil pacientes en diálisis, 8 mil trasplantados que requieren de atención permanente y más de 6 mil personas a la espera de un trasplante de riñón. El personal científico trata pacientes que son en su mayoría de alto riesgo, cuyos tratamientos no se pueden detener.
En salud es necesario prevenir y actuar. El tiempo y las enfermedades acosan: En Colombia hay regiones críticas como el Chocó, Guajira y la Amazonia, donde problemas como la carencia de infraestructura hospitalaria, las distancias y la mala calidad del agua, para citar algunos factores agravantes, impactan severamente los indicadores de morbilidad y mortalidad por temas renales.
Según la cuenta de Alto Costo, cerca de 900 mil personas están por confirmar si padecen de enfermedad renal aguda, y en un proceso de 3 meses se reafirma o se descarta su condición. Esto significa que, si el mal no se trata adecuadamente en ese lapso, se convierte en enfermedad renal crónica, con un 50 % a 70 % de riesgo de infección de los riñones, y las dificultades y costo de tratamientos que se derivan.
Un tratamiento de diálisis puede valer aproximadamente 50 millones de pesos por paciente por año.
Estas cifras nos llaman a la reflexión y la acción. Proponemos una mesa de concertación de aseguradores y prestadores de servicios: Llegarán las soluciones. Con los riñones no se juega.
* Presidente de la Asociación Colombiana de Nefrología,