Comienzo por presentarme y darle contexto a este escrito. Desde hace once años padezco de un tipo de cáncer raro e incurable que además es una enfermedad crónica y de alto costo. Hago parte de la Tertulia Cervantina 77, que durante el pasado proceso electoral organizó conversatorios con todos los candidatos a la Presidencia de la República que participaron en la primera vuelta. Para comenzar ese fascinante proceso, tuvimos el privilegio de que el hoy presidente Petro fuera el primer candidato en aceptar nuestra invitación para darnos a conocer su visión de país. Por lo tanto, conocemos de primera mano sus propuestas sobre los Principios de Equidad en que se fundamenta su plan de gobierno.
Otros miembros de la Tertulia han encontrado un medio para manifestar sus posiciones sobre diversos temas en numerosas columnas que amablemente nos han sido publicadas por El Espectador. Yo hoy siento que debo alzar mi voz para manifestarme acerca de las graves preocupaciones que casi medio millón de pacientes de cáncer, más nuestras familias, cuidadores, amigos y el abnegado capital humano de la salud, estamos sintiendo, pues nos causan mucha zozobra e incertidumbre las acciones del Gobierno Nacional y las reacciones de algunos actores del Sistema de Salud, respecto de las reformas que se discuten en el Congreso para mejorar el actual sistema.
Escribo esta columna queriendo representar a tantos seres humanos que estamos regados por toda la geografía nacional, sin distingos de edad, género, raza, credo o nivel socio-económico y que sufrimos de una enfermedad catastrófica. Según mi propia experiencia, tener cáncer implica no solo sufrir la enfermedad con todas sus connotaciones, sino además lidiar con el estrés que produce la complejidad de la tramitología que tenemos que navegar para tener acceso a los tratamientos.
Somos de los pocos países en que existe un sistema de salud con cobertura universal en que se han invertido más de 30 años de construcción colectiva y tengo la experiencia para expresar que actualmente nuestro sistema de salud es funcional, aunque necesite cambios o reformas. Por eso, estoy seguro de que a muchos colombianos nos producen mucha angustia las noticias confusas acerca de la Reforma a la Salud y la manera tan deficiente en que están actuando últimamente quienes tienen la obligación de trabajar mancomunadamente con el Gobierno y el Congreso para entregarnos un sistema de salud MEJOR al que ya tenemos.
Mi llamado es a que tanto el Gobierno Nacional como el Congreso de la Republica promuevan de inmediato un debate armónico y transparente, basado en compromisos mutuos entre todos los actores del sistema. Hoy mismo muchos pacientes de cáncer necesitan continuar su tratamiento y no pueden seguir siendo ignorados en estas peleas. Son muchos los logros alcanzados y muchísima gente depende de que nuestro sistema de salud siga funcionando sin cataclismos que sean causados porque el Gobierno imponga su voluntad para implementar los cambios que propone o porque algunos actores del sistema saboteen las reformas que son necesarias.
Por ejemplo, el anuncio de las tres EPS que atienden a casi 13 millones de colombianos acerca de que podrían parar sus operaciones es inaceptable. Este ultimátum ha generado niveles de estrés adicionales que son inhumanos no solo para los pacientes de cáncer y otras enfermedades graves, sino para todos los colombianos. Soy testigo de que esta misma semana se han empezado a negar tratamientos a niños enfermos de cáncer que venían siendo atendidos sin contratiempos y con tratamientos en curso en una de estas EPS. Esto no puede suceder bajo ninguna circunstancia, pues en poco tiempo nos estarían abocando a una crisis social de grandes proporciones.
Presidente Petro, Colombia espera de usted con urgencia el liderazgo para que las reformas que se lleven a cabo no afecten, sino que mejoren los servicios que ya tenemos y para continuar construyendo un Sistema de Salud aún más eficiente y más humano. La angustia y la zozobra de las circunstancias actuales solo suman a los padecimientos de muchos colombianos.
Alzando mi voz, creo representar a muchos que esperamos ver que con su liderazgo se logren pronto acuerdos políticos y se asuman responsabilidades con transparencia para el bienestar de todos. El resultado de la reforma a la salud no puede ser otro que mejorar el actual sistema sin causar contratiempos ni interrupciones en los servicios que actualmente estamos recibiendo cientos de miles de enfermos de cáncer y otras patologías. Con seguridad, la historia juzgará a la Colombia Humana que usted se ha propuesto dejarnos como su legado, a partir del humanismo y la eficiencia con que logre en las próximas semanas que sea reformado el actual Sistema de Salud como pilar fundamental de los principios de equidad con que usted se ha comprometido.
* Miembro de la Tertulia Cervantina 77. Las opiniones contenidas en este artículo comprometen únicamente al autor.
Posdata: Haciendo uso de las nuevas herramientas de Inteligencia Artificial, me enteré de la existencia de un organismo técnico no gubernamental del Sistema General de Seguridad Social en Salud de Colombia, creado mediante el Decreto 2699 de 2007 y que se denomina la Cuenta de Alto Costo –CAC– (www.cuentadealtocosto.org). Según los datos que publicó en 2022, en el periodo comprendido entre el 2 de enero del 2020 y el 1º de enero del 2021, se reportaron en Colombia 416.289 personas con algún tipo de cáncer, de los cuales el 95 % tenían tumores invasivos.
Por Ricardo Saldarriaga Blanco*
