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A este destino de Cundinamarca se llega por la salida a Soacha, vía a Fusagasugá, y en la rotonda se desvía a Tibacuy. El recorrido dura alrededor de hora y media. Si va en bus, puede tomar transporte en la calle 13 con Boyacá.
Al llegar a la llamada Tierra del Amor, usted podrá visitar lugares atractivos como el cerro del Quininí, un destino histórico, ya que en ese lugar habitó la cultura panche; cultural, porque se pueden apreciar petroglifos, y ecológico, pues es una reserva natural. El cerro cuenta, además, con deporte de aventura, como rapel y péndulo, con una caída libre de más de 724 metros. El costo de estas actividades es de $10.000.
El servicio de guía lo pude llevar al cerro y después a la piedra del Mirador, a una altura de 2.100 metros. Desde allí se pueden ver aproximadamente 11 municipios, como Mesitas del Colegio, Viotá, Apulo, Agua de Dios, Girardot y Fusagasugá, entre otros. Finalmente podrá visitar el bosque de robles, árboles nativos de aproximadamente 50 metros de altura que están sobre una sabana de hojas de al memos 50 cm de espesor, un lugar ideal para acampar sin pagar un peso.
Otro atractivo que identifica a este municipio es la Cueva del Mohán. La historia cuenta que era el lugar en el que se ocultaba el jefe de los panches y aprovechaba esos momentos para esconder sus increíbles tesoros. Por esta razón muchos turistas hacen espeleología, y aunque hay un limite en el recorrido se dice que es posible que la cueva llegue al Boquerón.
La temperatura de este paradisíaco destino es de 23 grados centígrados. Tiene fincas agroturísticas en las que se puede disfrutar y acampar. Si desea descansar en habitación, también lo puede hacer por $30.000 la noche, con piscina. Los platos típicos que podrá disfrutar son el clásico sancocho de gallina y la sopa de colicero.
** Información Idecut.
