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El pasado 10 de abril de 2010 asistí al concierto de Korn (nu metal) en el coliseo cubierto El Campín y fui testigo del abuso de poder por parte de la policía.
Llegué al coliseo a las 11 a.m. a hacer fila en la localidad general y me encontré a unos oficiales que no nos dejaban permanecer sentados en un andén ubicado en una bahía al lado del coliseo; el andén no estaba directamente al lado de una calle ni tampoco perturbábamos el paso de los demás peatones, pero aún así una oficial se acercó a nosotros y con un tono bastante hostil nos dijo: “Si no se quitan de ahí tendrán consecuencias”.
Nosotros le preguntamos que por qué no nos dejaban hacer fila como en las demás localidades y que por qué nos movían si no estábamos haciendo nada indebido y que además el andén es un bien público y teníamos derecho de estar ahí. Un policía aún más grosero nos contestó: “Pues puede que sea un bien público, pero éste es el sector del que yo estoy encargado y si no se van yo les busco un transporte”, haciendo referencia a los camiones de la policía que transportan a las personas que han cometido alguna infracción. Acto seguido nos paramos y le preguntamos al oficial cómo hacíamos para entrar primero, ya que nosotros habíamos llegado antes que los demás, y el oficial nos contestó: “No vamos a dejar que empiecen a hacer fila hasta las 5 de la tarde, entonces vuelvan a esa hora porque acá no se pueden quedar”. Mis compañeros y yo decidimos dar una vuelta y volvimos a la 1:30 p.m. para ver cómo seguía la situación y nos encontramos con una fila de media cuadra, yo fui a donde la oficial que nos había sacado en la mañana y le dije: “Buena Tardes, mira nosotros llegamos a las 11 y nos dijeron que no podíamos hacer fila y ahora perdimos el puesto”.
La oficial, quien seguía con un tono muy desagradable, me contestó: “Pues hable con mi supervisor porque yo no puedo hacer nada”. Decidimos hacer la fila, ya que los oficiales seguían muy hostiles y en el momento que íbamos a entrar al primer filtro, los oficiales decidieron arbitrariamente que no se podía ingresar ningún tipo de maletas al concierto, violando así el Art. 5 del Código de la Policía Nacional que dice explícitamente qué objetos no se pueden entrar a los espectáculos públicos. Me resigné a entrar sin mi mochila al concierto y con mis cosas en la mano, seguí haciendo la otra fila y al entrar al coliseo me di cuenta que los que habían pagado la boleta platinum, es decir la más cara, sí podían entrar con maletas al establecimiento.
Como conclusión me gustaría agregar que muchos de nosotros, quienes asistimos a conciertos de metal o rock pesado, somos generalmente maltratados por las autoridades, y aún así la comunidad piensa que somos los que causamos los disturbios, sin darse cuenta de que algunos de los oficiales nos están violando nuestros derechos fundamentales y muchos de los principios rectores consagrados en nuestra sociedad, como el de respeto mutuo y el del respeto por la diferencia y la diversidad. (Art. 11 del Código de la Policía Nacional).
Laura Jaramillo. Bogotá.
