Muy bueno el artículo "La orfandad de la cultura", de su columnista Manuel Drezner, sobre la forma como los candidatos y funcionarios que han sido elegidos ignoran la cultura.
Los pronósticos que se hicieron en su tiempo de que la creación del Ministerio de Cultura perseguía no tanto la ayuda a ésta como la posibilidad de crear nueva burocracia, tristemente parece que se cumplieron.
Pero lo que se le quedó en el tintero a su columnista es la escandalosa situación del presupuesto destinado a la cultura. En los últimos años, éste ha venido disminuyendo al ritmo de casi 10% anual, o sea que la cultura se está quedando cada vez con menos recursos gubernamentales. Ojalá que alguien analice alguna vez este triste hecho que muestra que a los gobernantes la cultura les interesa un pito.
Moisés Junca. Bogotá.
La tarea verde apenas comienza
En el debate democrático lo más importante es jugar limpio y aceptar con honor la derrota. Dos cosas que hizo muy bien el Partido Verde. No se ha hecho suficiente énfasis en lo importante que fue para nuestra democracia el crecimiento de este refrescante partido. El triunfo del doctor Santos estaba dado por hecho desde el momento en que se presentó al debate presidencial. Y cómo podía ser de otra manera, si contó con grandes maquinarias políticas y el apoyo permanente del doctor Uribe, quien no ahorró palabras para apoyarlo, incluso abusando de su poder.
El surgimiento del Partido Verde y su crecido número de seguidores expresó de manera clara y transparente el anhelo de un gran número de colombianos que queremos un nuevo rumbo y un nuevo estilo de gobierno. Mockus y Fajardo no sólo estuvieron apoyados por jóvenes juiciosos e inteligentes, sino también por intelectuales, docentes, artistas, investigadores, obreros, amas de casa, campesinos y muchas personas ilustradas, trabajadoras, reflexivas, que piensan, que investigan, que analizan y sienten que Colombia necesita grandes cambios educativos, culturales, políticos, económicos, administrativos y sociales, así como una dinámica política más centrada en la educación y en la transformación de la cultura. Ciudadanos que queremos oír hablar más de paz que de confrontaciones armadas, más de diálogos con los vecinos que de ofensivas verbales.
Blanca Inés Prada Márquez. Palm Desert, California.
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