No, esto ya no tiene nombre. El problema de la selección Colombia radica en los errores que desde hace mucho tiempo se vienen cometiendo: se ha perdido la identidad, la memoria, el amor por el equipo patrio y por su camiseta, el respeto a la afición, que sin importar los resultados obtenidos siempre se hizo presente en las tribunas.
En fin, el fútbol se convirtió en un negocio de los dirigentes de la Federación, que desde hace varios años vienen incrementando su fortuna, sin importarles haber convertido la selección en una vitrina que les permitiera exhibir algunos jugadores con el fin de ser vendidos prontamente.
Los dirigentes, el técnico, algunos sectores de los medios, pero especialmente un grupo de jugadores, demostraron que le mamaron gallo a todo un país que siempre creyó en ellos.
Ahora que no comiencen a decir que necesitamos un técnico extranjero, que debemos darles más importancia a las divisiones inferiores, que debemos comenzar y respetar otro proceso que nos permita ir al Mundial de 2014, que esto y que lo otro.
No, lo que necesitamos es que ahora sí los directivos abandonen de una vez por todas sus pupitres. De no ser así, que el Gobierno tome cartas en el asunto. Que nombren un buen técnico, pero que no lo nombren porque se ganó un campeonato, o porque estuvieron invictos trece partidos. Un técnico con pergaminos, capacitado, que no se deje manejar, que convoque a los jugadores que realmente lo merecen.
Ya son doce años en los que el fútbol colombiano ha venido perdiendo lo que otrora ganó con disciplina y sacrificio, ya no tenemos a los Valderrama, a los Rincón, los Escobar, Bermúdez, Asprilla y demás, que demostraron qué era jugar bajo una identidad y bajo un proyecto bien planeado.
Quique Casasbuenas Iregui. Bogotá.
***
No cabe duda de que “El fracaso de la selección”, comentario editorial del periódico El Espectador del día de ayer, sintetiza puntualmente la decepción de los nacionales ante el rotundo fracaso de la selección de Colombia al campeonato mundial de este deporte. Ahora ya no hay más tiempo para falsas expectativas. Ante lo sucedido, lo mejor es que Luis Bedoya, el flamante presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, cumpla su palabra de caballero y señor y, según lo expresado en varias entrevistas, proceda a...
Jorge Giraldo Acevedo. Santa Marta.
Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.