La mayoría de quienes concurren a las urnas no sospechan que están validando un remedo de democracia que está detrás de los problemas que afronta el país.
Juan Manuel y su equipo lo saben de sobra: Un Poder Legislativo corrompido, (revista Semana # 1483 “Los avivatos del Congreso”), el Poder Judicial colapsado con 20 millones de expedientes represados, (El Espectador, 09-22, pag. 25), la mayoría de los jueces, cuando no son venales, están amenazados; la segunda generación de paramilitares extendiéndose por el país, el ventilador del Tuso Sierra salpicando con nombres, fechas y lugares a un centenar de dirigentes políticos y militares, y la corrupción que ha alcanzado las más altas cotas al llegar al Palacio Liévano, son apenas unos cuantos dolores de cabeza. En lo que va del año, en Medellín se han cometido más de 1.430 asesinatos, según cuentas de Medicina Legal, en buena parte ejecutadas por 150 de las bandas delincuenciales, y se ha detenido a 211 menores de edad por porte de armas (El Tiempo, septiembre 1).
Los datos de la prensa son aterradores. En un artículo de la revista Semana, edición 1478 de septiembre 6, en el año 2009 se registraron 15.800 asesinatos y sólo se conocerán los responsables de 1.106 casos (como dato comparativo, durante la dictadura de Pinochet se registraron menos de 4.000 asesinatos). El general Óscar Naranjo denunció que este año han sido capturadas 18.000 personas por porte ilegal de armas y que el 90 por ciento de ellas ya están libres. Un cartel de abogados con cómplices en juzgados han desfalcado al Estado en tres y medio billones de pesos, vía pensiones tramposas en Foncolpuertos, Cajanal y Telecom.
Anarkos, el inmortal poema de Valencia, es la ausencia de poder público. ¿No será nuestro remedo de democracia culpable de lo que nos ocurre?
Zoilo Guarín. Bucaramanga.
Peste y epidemia
Cuando vi esta mañana el titular de primera página a grandes letras: “Peste en Haití”, se me pusieron los pelos literalmente de punta. Al leer la información en páginas interiores, pude comprobar que se refería a la actual epidemia de cólera. Evidentemente, aun tratándose de una afección sumamente grave como lo es el cólera, ha habido una confusión lamentable: la peste bubónica es otra enfermedad, de etiología diferente y con implicaciones todavía peores. Este tipo de información debe ser manejada con mayor precisión y cuidado.
Alfredo Calderón. Barranquilla.
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